La convulsa semana que el centro de salud está viviendo a cuenta del desbordamiento que sufren por la explosión de casos positivos en covid-19 suma un giro más. El Ayuntamiento de BUñol quiere aclarar que no es responsable de la decisión tomada por el Centro de Salud de Buñol el martes, cuando decidió que ante el desbordamiento producido por la pandemia de covid-19, se veían obligados a suspender todas las visitas programadas, de médicos de atención de primaria y enfermería en los próximos días y hasta nuevo aviso". El consistorio quiere matizar que solo ejercieron de "transmisores" de la información y se disculpan por los "posibles trastornos y confusiones generadas".

Una decisión tomada, según fuentes municipales, de forma completamente unilateral y que no sentó bien en el consistorio, ya que no habían sido informados previamente de esta decisión ni se consideraba que fuera una indicación oficial por parte del Departamento de Salud de Manises o de la Conselleria de Sanidad. El comunicado aclaraba que se mantenían las visitas de pediatría, matrona, ginecología, técnico de rayos, rehabilitación y los especialistas los días programados, pero las citas canceladas debían volver a programarse una vez se abrieran de nuevo las agendas.

Tras la tensión que supuso esta decisión, el consistorio contrastó esta noticia con el Departamento de Salud de Manises, quien emitió otro comunicado por la tarde donde no negaba la decisión tomada por los equipos médicos de Buñol, aunque matizaba que el ambulatorio "mantendrá sus puertas abiertas a la totalidad de los pacientes que precisen ser atendidos y se organizará esta atención según los criterios clínicos de priorización como siempre se ha hecho", señalaba el escrito firmado por el Coordinador de Continuidad Asistencial del departamento, Roberto Gorgues. Es decir, se atendería a los pacientes a través de Urgencias, pero no se negaba que se hubieran cancelado las agendas y las visitas programadas con especialistas.

Este diario pudo comprobar el miércoles cómo el centro de salud no daba citas previas, aunque la empresa concesionaria de Manises lo negó.