Buñol desaloja un edificio municipal por daños en la cimentación tras la dana

Susto en Buñol por el desalojo del edificio El Portal, sede de diferentes servicios municipales como la Policía Local, el Juzgado de Paz y los Servicios Sociales. Técnicos municipales dieron el aviso el martes a la plantilla de que debían abandonar las instalaciones por el riesgo que existe en su cimentación. Situado junto al barranco de la Venta y el parque de Borrunes, por donde discurrió con fuerza el agua tras las acumulaciones pluviales del 28 y 29 de octubre, ha quedado al descubierto un gran socavón que podría afectar a la estabilidad del edificio, ya que uno de los muros que lo sostiene se ha doblado.

Al parecer, el agujero siempre ha estado, pero escondido por la maleza y la frondosa vegetación de este torrente. Sin embargo, cuando la riada corrió por él, dejó al aire este agujero y un muro que baja hasta el cauce, lo que sorprendió tanto a trabajadores como a los técnicos del ayuntamiento.

La alcaldesa del municipio, Virginia Sanz, explica que el edificio estaba en la lista de afectados porque entró agua por las ventanas y la primera planta se inundó, lo que ha generado desde octubre un problema de humedades. Tanto es así que la semana pasada se instaló un sistema de calefacción central para que los trabajadores pudiesen desarrollar con normalidad su trabajo.

Sin embargo, este lunes avisaron al Instituto Valenciano de la Edificación al comprobar el estado del muro del edificio que cae sobre el barranco. "Vinieron por la tarde y, el martes, un informe del arquitecto municipal dejó patente la necesidad de que fuera desalojado de forma intermedia", explica Sanz. Esto quiere decir que se puede entrar y salir, pero no seguir desarrollando de forma permanente las labores ordinarias de estos servicios.

"Hemos hablado con la Dirección General del Agua de la Generalitat, que es quien se encarga de las obras en edificaciones que lindan con caudales hidrológicos, para que acometa la obra", dice la primera edil. Sin embargo, asegura que ante la duda sobre cuándo podrá apuntalarse y asegurar el edificio, "el ayuntamiento va a asumirla de forma inminente".

Según indica, el informe de la fachada exterior -la memoria del interior ya se redactó tras la riada- apunta a que el agua ha barrido el muro de carga, que ha quedado curvado. "Hay dudas, porque la dirección general piensa que podría ser un muro de protección, más que de carga, pero nosotros necesitamos que la obra se realice con celeridad, por eso la asumiremos", sentencia.

No se vaciará entero

La inquietud entre la plantilla de trabajadores era evidente el martes, cuando fueron avisados a las 10 de la mañana de que debían abandonar el edificio. Sanz lanza un mensaje tranquilizador porque, de nuevo, insiste en que el desalojo no es completo sino parcial. De hecho, este edificio conserva el archivo municipal así como la armería de la Policía Local, que no serán trasladados, ya que se puede entrar a dejar las armas o a hacer consultas.

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Lo que sí que se está sacando es el material informático, el mobiliario, libros registrales y la documentación necesaria para que Servicios Sociales siga atendiendo a la ciudadanía, así como el Juzgado de Paz.

Por ahora, según ha informado el ayuntamiento, la Policía Local se traslada a las instalaciones del Molino Galán, mientras que Servicios Sociales y el Juzgado de Paz van a instalarse temporalmente en el Instituto Viejo Rafael Ridaura.