El puente de acceso a Cheste desde la A-3 tardará seis meses en estar operativo
La diputación reconstruye esta vía principal que sigue cortada y ha reparado ya el paso del Barranquet, donde fallecieron tres personas

Asfaltado de la CV-378 en Cheste, que da acceso al municipio desde la A-3., / L-EMV
La dana de octubre dejó a Cheste con un solo acceso de los seis con los que cuenta el municipio. Más de 50 días después, la reconstrucción de los puentes y las carreteras sigue siendo la principal prioridad. La UME construyó un paso en la CV-50 que sirvió para dar salida a los ciudadanos, pero tiene restricciones, como su cierre por las noches o que únicamente pasa un vehículo por sentido a la vez. Así, el Consell anunció que construiría un desvío provisional, pero todas las miradas están puestas en acceso principal al municipio: La CV-378 desde la A-3, cortada aún por los graves desperfectos de la Rambla de Chiva y el Barranquet y con el puente de acceso al municipio completamente colapsado. Las obras para su reparación se alargarán durante seis meses.
La obra le fue encomendada a la Diputación de València, que ya está sobre el terreno. De hecho, la vicepresidenta y diputada de Carreteras, Reme Mazzolari, aseguró ayer a preguntas de este diario que esta vía fue una prioridad, tanto por lo que supone el enlace de Cheste como la A-3 como por la conexión de la Universidad Laboral. Ahora bien: el principal escollo se encuentra en el puente de grandes dimensiones que da entrada al municipio, gravemente afectado por la corriente de agua de la Rambla de Chiva -más tarde renombrado como Poyo-, que lo hace intransitable.
Mazzolari indica que estas obras se están llevando a cabo por procedimiento urgente a fin de dar celeridad a esta reparación fundamental para el funcionamiento normal del municipio. De hecho, el alcalde de Cheste, José Morell, indicó a este diario que la CV-378 soportaba un tráfico diario de 8.000 vehículos diarios, de los cuales, en torno a 200, eran pesados.
La carretera se vio afectada en diversos puntos. Además del puente más grande que cruza la Rambla de Chiva, se ha estado trabajando en las últimas semanas en salvar otro cauce. El Barranquet es un afluente de apenas unos metros que el día de la riada alcanzó una amplitud de un campo de fútbol. Tanto es así que, como el propio alcalde recuerda, «es la avenida de agua que arrastró diversas viviendas de la zona diseminada de la Gamarra, donde fallecieron tres personas. Fue una rambla asesina pese al tamaño que parecía tener normalmente», señala Morell.
Este pequeño puente que salvará el Barranquet estará finalizado «de manera inminente», según Mazzolari, que también explica que se ha llevado a cabo por otro contrato de emergencia.
Además, explican que el tráfico en esta vía está parcialmente abierto y se hace de forma alternativa, como medida provisional, gracias a la construcción de unos badenes inundables que han permitido su apertura «mientras se reconstruye el puente que conecta con la población».
También se está trabajando en la reposición del firme de la carretera, y ayer se podía ver a las máquinas ayer asfaltando los tramos de vía afectados.
Puente provisional
De forma paralela, la Generalitat, a través de la conselleria de Infraestructuras, habilitará en las próximas semanas un desvío provisional en la CV-50 que sustituya el puente instalado por la UME y que mejore la conexión y la fluidez del tráfico en la zona. Morell explicó que aunque este paso fue clave durante los primeros días tras la tragedia. El propio conseller Vicente Martínez Mus explicó que «debido a las limitaciones del puente, que solo permite el paso de un vehículo a la vez, se han general retenciones y problemas en la funcionalidad de la zona».
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