Chiva inicia los trabajos previos a la demolición de 25 viviendas y limpieza de la rambla

Los operarios revisan los inmuebles y la maquinaria pesada ya está lista para iniciar el lunes el derribo de las casas del casco antiguo que resultaron dañadas por la dana

Amparo Soria

Amparo Soria

Valencia

Los operarios que se encargarán del derribo de 25 viviendas en Chiva afectadas por la barrancada de la dana del 29 de octubre ya trabajan en la zona de la rambla y su entorno, en pleno casco antiguo del municipio. La maquinaria pesada ya puede verse en el área afectada, aunque todavía no se encuentra trabajando porque se están realizando los trabajos previos a la demolición de estas casas.

Así, el vaciado y preparación de los inmuebles para echarlas abajo ya se está produciendo, dejando lista la zona para que la maquinaria pesada comience a trabajar a partir del lunes. Una tarea que estaba prevista para el miércoles pero que ha tenido que retrasarse debido a las últimas comprobaciones técnicas de los inmuebles así como el acondicionado de la zona de la rambla para poder trabajar desde la misma, al tiempo que se acondiciona y limpia este barranco que se desbordó en octubre causando daños irreparables en las viviendas que lindan con él.

Tal como ha explicado a este diario el concejal de Normas Urbanísticas, Javier Tarín (Activa Chiva) los derribos comenzarán por la calle San Isidro, que quedó arrasada por la barrancada. Después, las tareas se centrarán en el barrio de Bechinos, en el entorno de la iglesia San Juan Bautista. Allí se realizó un derribo de una casa de forma urgente, mientras que en la calle Ramón y Cajal y en la de San Isidro se han acometido algunas demoliciones parciales. 

De hecho, en la calle Ramón y Cajal se tiraron abajo algunos patios que quedaron al vacío, que lindaban con el barranco, y que ya han sido sellados para la seguridad de las viviendas, tal como explicó Tarín. 

Está pendiente que el consistorio explique las principales líneas de actuación en esta nueva fase de derribos de vivienda, como ya sucedió en Catarroja, que se conocerá en los próximos días. Lo que sí confirmó Tarín a este diario es que la intención de la corporación municipal pasa por encontrar la vía legal que les permita asumir todo el coste de los derribos y que no tenga que repercutirse en los propietarios, que siguen realojados más de tres meses después de la barrancada. 

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