El doctor Antoni Trilla, jefe del Servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Clínic y decano de la facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona (UB), es plenamente consciente de que la vacuna es la mejor protección frente a la gripe y, sobre todo, ante sus posibles complicaciones.
La gripe es muy distinta a un resfriado, aunque clínicamente puede confundirse. ¡Incluso los médicos podemos confundir los síntomas! No obstante, la gripe tiene un potencial de complicaciones que un resfriado no llega a desarrollar. Y es precisamente por estas posibles complicaciones, que pueden llegar a ser muy graves, que la vacuna de la gripe está especialmente recomendada para los mayores de 65 años, las embarazadas y los demás grupos de personas considerados de riesgo, como pueden ser los niños o las personas con enfermedades crónicas.
En Europa se recomienda siempre la vacuna a los grupos de riesgo, ya que, como decía, la enfermedad puede desarrollar complicaciones graves que, por ejemplo, condicionen el ingreso en el hospital. No obstante, en EE.UU o Canadá, la recomendación es universal, es decir, que se vacune todo el mundo. Son enfoques distintos pero, evidentemente, una persona que no forma parte de estos grupos considerados de riesgo también se puede vacunar como, por ejemplo, los maestros, los profesores universitarios o la gente que tenga mucho contacto social. En tal caso, sólo tienen que consultar con su médico.
Si. Lo hago cada año desde hace muchos porque soy personal sanitario y porque afortunadamente (risas) estoy entre los 60 y 65 años... y es recomendable.
La recomendación al personal sanitario es antigua y sigue vigente. Hay razones para ello: la primera es que estamos en contacto con muchos casos de gripe y estamos más expuestos. La idea es protegernos a nosotros mismos y a nuestras familias. La segunda es que, dado que trabajamos en centros hospitalarios, si nos contagiamos de la gripe podemos transmitir el virus a personas con enfermedades oncológicas, respiratorias, embarazadas... hecho que puede suponer un riesgo muy grave. Y una tercera razón es que, ante una epidemia de gripe, nosotros no podemos incurrir en una baja porque precisamente es cuando más personal sanitario se necesita. Pero, lamentablemente, los profesionales no aceptamos mucho estas recomendaciones y por eso no tenemos tasas brillantes de vacunación. Hemos mejorado pero aun necesitamos un salto cuantitativo. Un 50% sería muy bueno y con un 75% saldríamos, para bien, en todos los periódicos del mundo.
Habría que distinguir según grupos de riesgo. Para los mayores de 60 o 65 años las tasas actuales están sobre el 50% y el objetivo es del 75%. Para embarazadas estamos sobre el 20-25% cuando la recomendación también es del 75%; pero hace 5 años no llegábamos al 5%, con lo que la cobertura ha mejorado. Esto es debido a la vacuna combinada de la tosferina y a que ahora se acepta de manera más natural. Pinchamos en el grupo de personas menores de 65 años con enfermedades pulmonares o cardíacas cuya tasa está alrededor del 20%.
La gripe es una sopa de letras de virus, de diferentes grupos, algunos muy distintos entre sí. Son pequeñas mutaciones que cambian las características del virus. La vacuna va dirigida solo a ciertos tipos de ellos y trata de cubrir 3 o 4 tipos, que son los que circulan. La trivalente cubre los 3 virus que creemos circularán durante una temporada; la tetravalente añade un cuarto, y esto es un plus de efectividad. Además, cada vacuna debe parecerse al virus circulante y esta es una de las cosas que no se pueden predecir. La vacuna no sigue el esquema habitual que conocemos porque los virus mutan y porque hay muchas variantes; por eso la eficacia no va más allá del 40, 50 o 60%. Aun así, es la mejor protección que tenemos: un 50% de protección siempre es mejor que un 0% de protección, con lo que la opción de no vacunarse no es una recomendable.
En este caso se trata de un plus de efectividad. Hay que producir millones de dosis cada año en un tiempo corto y hay que esperar a que la vacuna tetravalente permita sustituir a la vacuna trivalente poco a poco.
Si, hay que revacunarse porque no podemos asegurar que la inmunidad vaya a durar de un año para otro. En una temporada buena, los virus se parecen al del año anterior, pero es algo que no sabemos. Y el virus varía de año en año porque es su función. Desde hace tiempo se esta buscando la vacuna universal, un proyecto científico de gran alcance y dificultad.