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Mi hijo tiene fiebre, ¿debo acudir a Urgencias?

Esta es una pregunta que, en un momento u otro, se plantean muchos padres y, casi siempre, la respuesta es no. Varios doctores en pediatría nos explican cómo tratar y prevenir las enfermedades que más aquejan a los niños en invierno

Aunque sea algo lógico y normal que nos preocupemos cuando nuestros hijos enferman y les sube la temperatura, hay varias consideraciones sobre la fiebre que hay que tener en cuenta. La primera es que “la fiebre no siempre es mala, señala el Dr. Goran Ristic, Jefe de Servicio de Pediatría del Hospital El Pilar, en Barcelona. “Cuando tenemos una infección nuestro cuerpo produce más calor (fiebre) para que las defensas luchen contra ella. La fiebre no produce daños en el cerebro hasta que llega a 42 grados o más, explica el doctor.

Además, a la hora de valorar si acudir o no a las Urgencias de un hospital no debemos fijarnos solo en el grado de temperatura. Si a pesar de presentar fiebre, el niño o niña es mayor de 3 o 4 meses, tiene buen aspecto, come (aunque sea en menor cantidad), no tiene vómitos persistentes ni fatiga o sensación de ahogo al respirar, la recomendación general es recurrir a los antitérmicos, “sin obsesionarnos, cuando la temperatura supere los 38 grados o el niño esté incómodo”, apunta el Dr. Gonzalo Pin, jefe de Pediatría del Hospital Quirónsalud Valencia.

Cómo actuar ante las enfermedades respiratorias

¿Y qué ocurre si la fiebre se acompaña de síntomas catarrales? En esta época los pediatras atienden, sobre todo, infecciones gastrointestinales y de orina pero, sin duda, los virus respiratorios son los campeones recuerda el Dr. Gonzalo Pin, y estos cursan con tos, congestión nasal, producción de moco, malestar general… Igualmente, si no hay signos de alarma que nos hagan acudir a Urgencias, también puedes esperar en casa de 2 a 3 días y mejorar el bienestar del menor con lavados nasales para que su respiración sea más confortable, ofreciendo líquidos, manteniendo un aceptable nivel de humedad ambiental, evitando el tabaquismo pasivo… A partir de ahí, el cuadro debería mejorar poco a poco. Y si no lo hace, o tienes dudas sobre la evolución del menor, “lo más conveniente sería plantearnos una consulta no urgente con el pediatra”, añade el especialista del hospital valenciano.

Cómo actuar ante las enfermedades respiratorias

Todos los doctores entrevistados coinciden en la necesidad de “dar tiempo” a estos procesos. “Normalmente el cuadro clínico cede en unos 7 días, aunque la tos y el malestar pueden persistir hasta 2-3 semanas”, indica la Dra. María Velázquez de Cuéllar Paracchi, Jefa de Servicio de Pediatría del Hospital Quirónsalud Valle del Henares. Y, al igual que es desatinado pensar que los síntomas puedan desaparecer de un día para otro, también lo es esperar que un tratamiento farmacológico, más allá de aliviar algún síntoma, pueda “curar”. “Cuando los niños tienen fiebre o dolor, darles un antitérmico o algún medicamento para controlar este dolor está bien. Pero darles medicamentos o antibióticos sin visitar o consultar al pediatra solo porque les ha quedado en casa ‘de la vez pasada’ es totalmente erróneo”, advierte el Dr. Goran Ristic. No se debe “automedicar con mucolíticos, expectorantes, antihistamínimos o descongestivos nasales, en niños no está demostrado que estos medicamentos sean eficaces y los riesgos superan muchas veces los posibles beneficios”, observa la Dra. María Velázquez de Cuéllar Paracchi. A lo que el Dr. José Luis Alcaraz, jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Quirónsalud Murcia, añade: Los síntomas (tos, mocos… ) son la consecuencia de la respuesta de nuestro cuerpo a la infección. Debemos insistir en que los jarabes para la tos no sirven para nada. No curan el resfriado, no limpian los mocos, no acortan la duración. Además, no es excepcional la sobredosificación por error y muchos de ellos no están autorizados en menores de 1-2 años”. Como dirían “los viejos del lugar” y recuerda oportunamente el Dr. Gonzalo Pin, un catarro con medicinas se cura en siete días y sin medicinas en una semana”.

Cómo actuar ante las enfermedades respiratorias

No obstante, más allá del resfriado común, no todas las enfermedades respiratorias y los gérmenes son iguales y la respuesta de los niños ante ellas puede variar. Como detalla la Dra. María Velázquez de Cuéllar Paracchi, “la gripe está causada por el virus Influenza, la bronquiolitis más frecuentemente por el virus respiratorio sincitial, y las faringitis, otitis y sinusitis por virus y bacterias varias. Normalmente la gripe nos ocasiona fiebre, malestar, y este año también parece cursar con vomitos y odinofagia (dolor de garganta). La bronquiolitis se da más frecuentemente en los niños menores de 1 año, y les ocasiona dificultad respiratoria por el broncoespasmo de los bronquiolos, con tos y aletargamiento si tienen hipoxemia (nivel de oxígeno en sangre inferior al normal). También estamos viendo faringoamigdalitis estreptocócicas, es una infección bacteriana que cursa con fiebre y odinofagia intensa. La otitis, infección del oído medio, generalmente también suele ser bacteriana, aunque en ocasiones puede ser vírica, y ocasiona normalmente fiebre y dolor de oído intenso”.

Cuándo acudir a Urgencias

¿En qué casos sí es conveniente acudir a Urgencias? “En los niños es todo un equilibrio y la fiebre y el estado general son dos valores que debemos manejar. En mayores de 3 o 4 meses, si el estado general es bueno y hay una respuesta, aunque temporal, a los antitérmicos podemos esperar para ver la evolución. Por el contrario, si ‘no vemos bien al niño’, este empeora, y/o la fiebre no responde a antitérmicos (afortunadamente este es el caso menos frecuente) debemos consultar a su pediatra o al servicio de urgencias, explica el Dr. Gonzalo Pin.

Cuándo acudir a Urgencias

Además, los profesionales consultados enumeran otros signos de alarma que nos indican que debemos acudir al hospital: fiebre por encima de los 40,5 grados, mal color (palidez, coloración azulada…), el pequeño está decaído, somnoliento o muy irritable, dificultad respiratoria que va en aumento (respira cada vez más deprisa, se le marcan las costillas o se le hunde el pecho), vómitos asociados a dolor de cabeza o signos de deshidratación, dolor abdominal que va a más, falta de respuesta a estímulos, rechazo significativo al alimento, secreción en los oídos…

Lamentablemente, en ocasiones los síntomas se agravan y pueden indicar que nos encontramos antes casos más complicados, como la bronquiolitis en los niños más pequeños y la neumonía en los mayores”, recuerda el Dr. Goran Ristic. Precisamente, este invierno la incidencia de estas patologías está siendo muy alta, lo que los expertos achacan al tiempo de pandemia, con todas las medidas epidemiológicas estrictas que nos protegían no solamente de la Covid, sino también del contagio por otros virus respiratorios. El Dr. Jose Luis Alcaraz señala que “al tratarse del primer invierno sin medidas de prevención de contagio de infecciones respiratorias, hemos vuelto a experimentar la oleada de infecciones víricas propias de estos meses, con casos más graves y mayor afectación”.

Cuándo acudir a Urgencias

Medidas de prevención

Los doctores consultados también aluden a “lo aprendido” en la pandemia a la hora de mencionar algunas de las medidas de prevención más eficaces frente a estas enfermedades. Lavado de manos, lavado de manos, lavado de manos y lavado de manos”, reitera el Dr. Gonzalo Pin. Cubrirse la nariz y la boca con un pañuelo desechable o la parte de arriba de la manga cuando tosa o estornude, no con las manos. No compartir vasos y cubiertos, agrega el Dr. Goran Ristic. Y, completa la Dra. María Velázquez de Cuéllar Paracchi, ventilar las habitaciones, sobre todo en espacios cerrados, una adecuada alimentación rica en vitamina C y A, evitar contacto con personas vulnerables cuando se esté con la sintomatología”.

Medidas de prevención

Por supuesto, los especialistas también inciden en la necesidad de vacunar a los niños contra la gripe. La Dra. María Velázquez de Cuéllar recuerda que “la recomendación de la Asociación Española de Pediatría es que se vacune anualmente a todos los niños de 6 meses a 5 años de edad, y a los niños con enfermedades que les hagan más propensos a las complicaciones”. Además, el Dr. Jose Luis Alcaraz insiste en que “no debemos banalizar la gripe, responsable de cuadros febriles prolongados y de exacerbaciones en los pacientes asmáticos. Además de las complicaciones secundarias que acarrea. Varias comunidades autónomas, como Murcia, han implementado la vacunación nasal financiada en los niños entre 2-5 años de edad. Una oportunidad que no hay que desaprovechar. Vacuna de la gripe si, Todas las temporadas”.



En cuanto a la conocida frase “no andes descalzo, que te vas a poner malo”, lo cierto es que tiene más de mito que de realidad. “Las infecciones respiratorias se transmiten por partículas entre personas. No hay ningún virus esperando que pases sin calcetines para resfriarte por los pies”, sostiene el Dr. Jose Luis Alcaraz. Y la Dra. María Velázquez matiza: “Lo que sí produce el aire frío al pasar por la nariz es una vasoconstricción de la mucosa y disminución de la respuesta inmune, lo que puede favorecer la entrada de los virus y el desarrollo de la enfermedad. Por tanto, en situaciones en las que hay enfriamiento de la superficie corporal (andar descalzo, llevar el pelo mojado...) si se está cerca de alguien enfermo, podríamos contagiarnos, pero la sola exposición al frío no es suficiente para causar infección”.