Artículos

3 propósitos realistas para una vida saludable y feliz este 2023

Mejorar la alimentación, hacer ejercicio y prestar atención a la salud son tres de los objetivos que más se fijan los españoles a partir de fin de año. Para cumplir estas metas de forma saludable, contamos con los consejos de tres especialistas

El Año Nuevo es una oportunidad única para diseñar nuevos propósitos para mejorar nuestra salud y bienestar. Nos ofrece un punto y aparte para ganar perspectiva y establecer objetivos que nos permitan mejorar nuestra salud y bienestar y, al fin y al cabo, ser los primeros responsables de una mejora significativa en nuestras vidas. Estas metas pueden ser desde hábitos alimenticios saludables hasta una mayor conexión con la naturaleza, desde un descanso mejor hasta ganar calidad de vida.

El primer paso para cumplir este tipo de objetivos consiste en no poner patas arriba nuestras vidas. Nada más lejos que eso: se recomienda ir introduciendo pequeñas mejoras en nuestra vida para lograr el cambio a largo plazo. Tienen que ser cambios realistas y alcanzables, trazados a partir de un plan, para que su consecución sea un logro personal y no caigamos en la desmotivación.

Los propósitos más comunes suelen estar relacionados con el ejercicio físico, la mejora de la alimentación y el cuidado de la salud en general para mejorar la autoestima y un mejor rendimiento en el día a día. Para ello, desde este medio hemos hablado con tres doctores especializados que nos ofrecerán su visión sobre los tres ámbitos.

3 propósitos realistas para una vida saludable y feliz este 2023

Más alimentos de origen vegetal para cuidar la alimentación

Para muchas personas, mejorar la alimentación figura entre sus propósitos de Año Nuevo. ¿Cuál es el principal consejo que se debe tener en cuenta para empezar con buen pie y afrontar el cambio hacia un estilo de vida más saludable? Tal como explica Rocío Práxedes, dietista nutricionista de la Unidad de Obesidad del Hospital Quirónsalud Valencia, todo empieza por ser realista y abordar poco a poco los cambios. “Para tener éxito es importante especificar qué queremos cambiar, ubicarlo en la agenda de la semana e ir despacio”.

En cuanto a la alimentación más saludable y equilibrada, pasa por incluir más alimentos de origen vegetal en la dieta, beber más agua y reducir el consumo de alimentos procesados. Debe tenerse en cuenta siempre el historial médico, que puede modificar las medidas a tomar, y la etapa de la vida y actividad física que realicemos. La mala alimentación tiene consecuencias nefastas para la salud, especialmente en cuanto al riesgo de enfermedades cardiovasculares como la hipertensión, el aumento de peso corporal o la falta de vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes que protegen nuestra salud.

A la hora de comer, Práxedes señala que los principales errores son el tamaño de las raciones y el excesivo consumo de proteínas. Por contra, los alimentos con hidratos de carbono se demonizan: “se reducen en la dieta por temor a engordar, cuando lo realmente importante es la calidad, la cantidad y la forma de cocinarlos”. Y ejemplifica: “no es lo mismo un plato grande de pasta que nata y queso que otro más pequeño con pisto de verduras y bonito”. Para ello, debemos huir de dietas milagro y promesas a corto plazo.

“La venta de productos sin diagnóstico ni seguimiento, la prohibición de alimentos básicos y la falta de educación alimentaria en el mensaje son razones suficientes para salir corriendo. La salud debe ser nuestro principal motivo para buscar ayuda profesional especializada”, explica la dietista nutricionista de la Unidad de Obesidad del Hospital Quirónsalud Valencia.

3 propósitos realistas para una vida saludable y feliz este 2023

Consejos para incorporar el ejercicio a la rutina diaria

Comienza la cuenta atrás para terminar 2022 y la lista se va llenando de buenos propósitos como hacer más ejercicio físico, especialmente con la intención de perder los kilos de más ganados en Navidad. Aunque la problemática va más allá de estas fechas y radica en el sedentarismo y la obesidad.

De acuerdo a los datos proporcionados por la OMS, el 27,5% de los adultos y más del 80% de adolescentes en todo el mundo no alcanzan los niveles de actividad física recomendados. Tal como señala, Fernando Ramos, coordinador del Servicio de Fisioterapia del Hospital Quirónsalud A Coruña, en relación con estos datos, “el aumento de las enfermedades crónicas, muchas de ellas ligadas a la disminución drástica de los niveles de actividad física, es una condición propia de las sociedades modernas”.

Así es, se trata de un problema de salud pública de primer nivel “con una repercusión directa en nuestra calidad de vida y el riesgo de discapacidad, ya que este tipo de enfermedades se presenta cada vez de forma más temprana”, explica Ramos, que además afecta tanto a niños como adultos y personas mayores. Ante ello, la actividad física en todas las etapas de la vida se presenta como un pilar de la prevención, además de una forma de participar en la sociedad de forma activa, tener un nivel de salud adecuado, mayor autonomía personal y, en términos generales, mejor calidad de vida.

“Los datos publicados en las investigaciones de la última década avalan el valor preventivo y terapéutico del ejercicio físico en la mayor parte de enfermedades crónicas, promoviendo el bienestar físico, mental y social”, explica el coordinador del Servicio de Fisioterapia del Hospital Quirónsalud A Coruña. Y añade: “resulta imprescindible facilitar un cambio cultural de forma que concibamos la actividad física como una práctica fundamental dentro de nuestras rutinas diarias, más allá de la estética”.

En caso de empezar a practicar deporte desde cero a partir de Año Nuevo, es conveniente “consultar a un profesional sanitario de referencia para que evalúe nuestra situación inicial, estado general de salud y las posibles contraindicaciones relacionadas con la actividad que deseamos practicar”, explica Fernando Ramos. Una vez conozcamos nuestro estado, debemos considerar nuestros gustos en cuanto a deportes o modalidades de ejercicio que prefiramos. Además, en las primeras fases de contacto con el ejercicio, se recomienda contar con la supervisión de un profesional para promover una práctica segura y saludable.

Si el ejercicio es atractivo para quién lo practica, es más probable que el propósito se convierta en un hábito y la motivación siga viva durante más tiempo. Además, debemos intentar que no tenga un gran impacto en nuestra rutina, es decir, que podamos compaginarla fácilmente y de forma realista para que no incida en el resto de actividades cotidianas y no sea lo primero que abandonemos cuando aparezcan contratiempos.

En este sentido, Ramos apunta: “el componente lúdico que presentan algunas modalidades de ejercicio puede favorecer nuestra adherencia a las mismas, de forma que podamos encontrar un momento de desconexión y que el ejercicio físico no se conciba como una obligación sino como una distracción del resto de tareas de la vida”. Para ello, el fisioterapeuta recomienda los programas multicomponente, los que combinan fuerza y ejercicio aeróbico, a intensidad moderada o vigorosa.

“Cobra un mayor protagonismo la intensidad a la que hacemos el ejercicio y el hecho de incorporar trabajo de fuerza y cardiovascular”, destaca. Y subraya: “treinta minutos de actividad física diaria, o incluso menos si se realizan a una intensidad vigorosa, son más que suficientes para mejorar la forma física y beneficiarse de los efectos positivos del ejercicio sobre la salud”. De esta forma, a partir de 150 minutos semanales de ejercicios a intensidad moderada, podremos ver los primeros cambios. Este tipo de ejercicios nos permitirán incrementar el consumo energético durante el tiempo que dura la actividad y el metabolismo basal, además del mejorar el perfil lipídico y la resistencia a la insulina, factores importantes ante la obesidad y el sobrepeso, aunque el ejercicio no se vincule directamente con la reducción de peso.

3 propósitos realistas para una vida saludable y feliz este 2023

Ocuparse de la salud para no preocuparse

Las visitas rutinarias son clave para no desarrollar complicaciones en muchas enfermedades. Ocuparse de la salud como propósito de Año Nuevo puede ser un remedio infalible para evitar preocupaciones posteriores. Y es que “la prevención es la herramienta más importante con la que contamos hoy en día para hacer frente a la aparición y al desarrollo de enfermedades crónicas”, explica el Dr. Miguel Fernández Tapia-Ruano, responsable de Chequeos Médicos de Olympia-Quirónsalud.

En el paradigma médico actual, la Medicina Preventiva está ganando peso. Conocer nuestro estado de salud y hacer hincapié sobre los factores genéticos y ambientales pueden facilitar que tengamos un envejecimiento saludable. “No se trata de alargar más la longevidad, sino que los años que vivamos lo hagamos de una manera más saludable”, apunta Fernández.

El especialista recomienda una revisión médica general periódica, especialmente a partir de los cuarenta años, que incluya una historia clínica familiar y personal completa, junto con una exploración detallada. “Debe incluir al menos una analítica de sangre y orina completa, pruebas de diagnóstico por la imagen, una exploración completa cardiovascular y una valoración tanto hormonal como de la esfera sexual del paciente. Sin excluir algo muy importante como es su salud auditiva y oftalmológica”, detalla el responsable de Chequeos Médicos de Olympia-Quirónsalud.

En el caso de las mujeres, es aconsejable incidir en la ginecología, mientras que en los hombres en el estado hormonal, así como la integridad del aparato genital. “En ambos sexos, un tema actualmente muy preocupante para la Medicina Preventiva es el auge de las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) en población cada vez más joven. Dado que muchas patologías pueden ser asintomáticas y tener consecuencias importantes para la salud en un futuro, sería aconsejable un chequeo de ETS”, apunta el doctor. Además de los chequeos médicos, hay otras medidas vitales para proteger nuestra salud, además de la correcta alimentación y el ejercicio físico. Destaca el tabaquismo, el sobrepeso y la obesidad, el sedentarismo, la falta de descanso y la exposición excesiva a estrés.

Estos tres propósitos de autocuidado, en este caso vinculados con el físico, permitirán que vivamos más a gusto con nosotros mismos y evitemos complicaciones de salud en un futuro. También nos proporcionarán beneficios en nuestro estado mental, a partir de la motivación, la realización de logros y la capacidad de dedicarnos un rato al cuidado de nosotros mismos, y en nuestro estado social, ya que la mejora de nuestra autoestima nos servirá para fortalecer nuestras relaciones sociales y en comunidad.