El desafío de retener talento joven en las zonas rurales

El desafío de retener talento joven en las zonas rurales

Muchos jóvenes que han nacido y crecido en zonas rurales de España, al cumplir la mayoría de edad, se plantean qué hacer con su futuro: quedarse donde viven o mudarse a una ciudad.

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El sector primario español lleva años sufriendo la despoblación y la falta de trabajadores jóvenes. Según datos ofrecidos por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el porcentaje de titulares de una explotación agrícola o ganadera con menos de 40 años es de tan solo el 8,6%. Esta cifra pone de manifiesto la falta de talento joven que dote de vida y actividad al medio rural, lo que lleva a una pérdida de riqueza económica de lo que hoy conocemos como la España Vaciada. A pesar de este escenario, todavía hay quienes deciden continuar con la tradición familiar y trabajar las ganaderías, gracias al apoyo de iniciativas llevadas a cabo por el sector agroalimentario.

Becas Pascual

David Álvarez, estudiante de una doble ingeniería, Eléctrica e Industrial, y especializado en proyectos de agricultura de precisión, quiere continuar con la tradición familiar. Su abuelo creó una explotación ganadera en Mave (Palencia) hace más de 50 años y ahora quiere darle un nuevo impulso al negocio. “Quedarse en el campo no siempre es la solución más fácil. Es un trabajo duro y sacrificado, pero a la vez muy gratificante. Para mí, que he visto la evolución del negocio familiar desde pequeño, es ilusionante poder utilizar mi formación para continuar con el proyecto que comenzó mi abuelo”, explica el joven.

Ganadería La Pastiza en Mave (Palencia). El becado David Álvarez con su padre y su abuelo.
Ganadería La Pastiza en Mave (Palencia). El becado David Álvarez con su padre y su abuelo.


Para ayudar a estos jóvenes, y retener talento en la España Vaciada, Pascual, compañía referente en el sector agroalimentario español, ha puesto en marcha un programa de becas destinadas a los hijos de sus ganaderos para ayudarles a formarse en estudios que les permitan continuar con el negocio ganadero familiar. De esta forma garantizan la continuidad de las explotaciones en territorios que cuentan con una menor capacidad para atraer y retener talento joven y cualificado.

Pascual ha concedido un total de 12 beca para alumnos de ganaderías situadas en Castilla y León, Galicia y Cantabria

Gracias a estas becas, jóvenes como David podrán desarrollar todo su potencial y asegurar la actividad en el sector primario en zonas rurales. Otro de los becados en el programa de Pascual es Manuel Osoro. Su familia saca adelante una cuadra de unas 400 cabezas de vacuna de leche en Villacarriedo, Cantabria. El joven tiene claro que quiere continuar con el legado familiar: “La mayoría de la gente opta por salir de aquí para ir a la capital y dedicarse a la industria. Al final, es un trabajo que requiere mucha dedicación. Yo lo hago por arraigo. Este es el negocio que he conocido desde pequeño y lo que quiero es quedarme en mi tierra”.

Ganadería Tezanillos en Villacarriedo (Cantabria). El becado Manuel Osoro con su madre, su tío y su primo.
Ganadería Tezanillos en Villacarriedo (Cantabria). El becado Manuel Osoro con su madre, su tío y su primo.


En esta primera fase del proyecto, Pascual ha concedido un total de 12 beca para alumnos de ganaderías situadas en Castilla y León, Galicia y Cantabria. La intención de la compañía es dotar de continuidad y recorrido a este programa, de manera que se repita en cada curso académico, ampliándolo en próximas ediciones a jóvenes agricultores locales.

El potencial de la digitalización

Uno de los objetivos que Pascual tiene con este programa de becas es la digitalización y la transformación de las explotaciones ganaderas. De esta forma, no solo continuarán con el negocio de sus padres y abuelos, sino que lo podrán mejorar y trasformar, devolviéndole riqueza al entorno rural. De hecho, Pascual va a complementar las becas para estudios reglados con un plan formativo de alto rendimiento para instruir técnica y empresarialmente a estos jóvenes una vez que se incorporen a los negocios familiares.

Algunos de los desafíos pendientes en materia de transformación digital son la industria mecatrónica agraria, la agricultura de precisión, la interconexión de las cadenas de suministro en la Industria 4.0 o el desarrollo de proyectos de empresa en viveros. Todo esto puede fomentar la transformación del sector primario en España. En este sentido, David tiene claro hacia donde quiere llevar la ganadería que su familia tiene en Palencia: “Hay todo un trabajo por hacer en cuanto a la modernización de las explotaciones ganaderas. Podemos hablar desde digitalización para ser más eficientes en todos nuestros procesos hasta de la implementación de tecnologías limpias para tener explotaciones más sostenibles. Es una tarea que a mí particularmente me apasiona”. Manuel, por su parte, añade que “es una transformación que ya se está produciendo. Cada vez somos más eficientes y productivos gracias a la modernización, pero ahora, nuestra generación tiene la oportunidad de impulsar lo que ya construyeron nuestros abuelos gracias a la formación en nuevas técnicas y herramientas”.

Estamos ante el relevo generacional del sector agroalimentario. Este cambio es necesario para revitalizar este sector que cuenta con gran capacidad para fijar población en el medio rural y funcionar como un eje vertebrador del territorio.

Compromiso con productores locales

Pascual quiere seguir reforzando su compromiso con los productores locales gracias a su estrategia para crear valor en toda la cadena con programas de eficiencia productiva que mejoran la rentabilidad de las granjas. Si una ganadería media en España produce más de 800 toneladas al año, una de Pascual, 1.496, un 78% más.

Asimismo, la compañía ha creado Optilácteo, un proyecto innovador que permite conocer, a través de herramientas TIC, las debilidades y fortalezas de cada granja, lo que ayuda a sus ganaderos a optimizar sus recursos.

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