Los pequeños detalles son los que hacen que la vida valga la pena. Esta idea es la que impregna el proyecto Objetos de Conciencia, una empresa que se dedica a realizar piezas decorativas para «hacer la vida un poco más divertida», según las propias palabras de sus creadores: Rafael Rivera, Manolo Martín y Luis Rivera.

El catalogo de Objetos de Conciencia todavía es reducido ya que la empresa acaba de arrancar. No obstante, entre ellos ya es posible encontrar de todo, desde figuras para decorar una estantería hasta otras para adornar una mesa y que además sirven para contarle una historia a los más pequeños, o vinilos que se pegan en la pared y que transmiten el movimiento de un futbolista, un saltador de trampolín, etc. Quizás las más curiosas sean unas pequeñas esculturas de aluminio lacado que están pensadas para ser plantadas en una maceta y así aportar color y vida a las plantas y a la casa. De estas, existen varios modelos totalmente diferentes: una Marilyn con la falda al viento, un Batman de cabeza gacha o un Chaplin recostado sobre su bastón.

«Nuestra intención es continuar creando diseños basados en el mundo del cine y del cómic», asegura Luis Rivera. Según su padre, Rafael Rivera, Luis es el encargado de añadirle el toque más moderno y dinámico a los diseños. «Al principio, cuando Manolo Martín padre y yo pensábamos en el proyecto, hace ya unos 20 años, iba a ser más recoger ideas de su experiencia como artista fallero y la mía como arquitecto. Ahora, al fin, podemos iniciarlo con su hijo, aunque hemos acabado haciendo cosas totalmente nuevas. Eso sí, hemos mantenido el nombre que ideamos entonces: Objetos de Conciencia», recuerda Rafael Rivera.

Otra novedad de la empresa es que utilizan materiales que no dañan el medio ambiente. Además, tienen decidido donar parte de sus beneficios a una asociación de carácter social. «Es triste que esto sea algo destacable porque debería ser así de serie para todas las empresas», remata Rivera.