El sueño de volver a la vida tras ser congelado ha sido argumento de multitud de películas de ciencia ficción. También existió la leyenda urbana de que Walt Disney, pocos minutos antes de morir, había sido criogenizado, introducido en una cámara y congelado a bajas temperaturas para que cuando la ciencia avanzara pudiera ser resucitado y sanar su pulmón enfermo.

Ahora, esa utopía quizá esté algo más cerca. Los dirigentes del Instituto Europeo de Criopreservación (IECRION) han firmado ante un notario de Catarroja las actas de constitución de esta mercantil cuyo objetivo es congelar cadáveres de seres humanos para que la ciencia pueda recuperarlos en vida en el futuro si eso es posible y la legislación lo permite.

Los responsables de esta empresa, la primera empresa privada dedicada en España a la criopreservación, han relatado que uno de los objetivos es diseñar y construir el primer "cementerio" de personas congeladas para guardar y custodiar sus cadáveres, de acuerdo con la legislación de Policía Mortuoria de la Comunitat Valenciana.

Según han informado fuentes de la empresa, entre sus actividades se encuentran también desarrollar centros para criopreservar animales, semillas, cordones umbilicales y células madre, así como dar servicios funerarios a quienes deseen ser criopreservados.

Otro de los objetivos fundacionales es poner en marcha un centro de investigación internacional para estudiar los avances en las técnicas de criogenia.

Francisco Roldán, uno de los socios fundadores y portavoz de IECRION, ha asegurado que la criogenia es un procedimiento médico experimental respaldado por expertos de todas las áreas relacionadas y justificado científicamente que permite la preservación de personas a muy baja temperatura para evitar su muerte biológica.

Con el uso de esta técnica y mediante la utilización de tecnologías previsibles, Roldan afirma que "existe la posibilidad de tratar y reanimar a una condición saludable a los pacientes sometidos a este proceso, manteniendo intacta su identidad y memoria".

IECRION se presenta también como "alternativa ética y racional a la eutanasia y a los servicios funerarios tradicionales", ha indicado Roldán.

Según el socio y portavoz de IECRION, "las bajas temperaturas crean las condiciones que permiten preservar tejidos durante siglos, incluyendo posiblemente la base neurológica de la mente humana".

"El tejido cerebral puede enfriarse hasta temperaturas criogénicas sin formación de hielo a través de un proceso llamado vitrificación. El daño asociado a este proceso es teóricamente reversible de la misma manera que el rejuvenecimiento también es teóricamente posible a través de tecnologías específicas previsibles", ha recalcado.

Según datos aportados por IECRION, en la actualidad existen cerca de mil personas criopreservadas en Estados Unidos y cerca de 20 en en Rusia.