El pasado 15 de mayo se celebró San Isidro Labrador, el patrón de los agricultores. Una fecha señalada que permitió poner el foco sobre la evolución del sector y analizar los desafíos presentes y futuros a los que tendrá que hacer frente.

Una de los ámbitos con más afección económica y social en España es la agricultura ecológica. “Se trata de un pilar fundamental que la Unión Europea quiere potenciar mediante las nuevas políticas del Pacto Verde Europeo”, explica Daniel Mulas, responsable de Productos de Biocontrol y Bióticos de Sipcam Iberia

De hecho, solo la agricultura ecológica valenciana consiguió generar en 2019 el 25 % del valor de la producción ecológica de todo el país con un volumen de negocio de 518 millones de euros.

Como establece el informe “El futuro del sector agrícola español”, elaborado por PWC y Aepla, “el agrícola es un sector con fuerte arraigo en la economía, la sociedad y el territorio de España que genera riqueza no únicamente a través de su propia actividad, sino también en el resto de la economía gracias a su interrelación y capacidad de arrastre sobre otros sectores”.

La facturación media anual se sitúa por encima de los 20.000 millones de euros, genera en torno a 750.000 puestos de trabajo y el Valor Agregado Bruto (VAB) del sector ha mantenido una tendencia relativamente estable y al alza

Así, “el sistema agroalimentario constituye la segunda industria del país, muy cercana al turismo, con una contribución del 10,6 % al PIB y del 14,2 % al empleo”, apunta el monográfico.

No obstante, ante la complacencia de los datos, el sector agrícola, pese a su fuerte arraigo en el modelo productivo del país, se enfrenta a grandes desafíos, cuya evidencia estadística refleja una realidad menos alentadora. 

Los retos del sector agrícola

El relevo generacional representa uno de los grandes problemas que atraviesa la agricultura, pues tres de cada cinco agricultores tiene más de 55 años en el territorio nacional. Uno que, además, se acentúa al incluir la variante de la innovación tecnológica.

En este sentido, la ínfima rentabilidad, el desplome de precios y la complejidad de acceso a la tierra podrían justificar esta falta de mano agrícola joven y digitalizada.

El estudio anteriormente citado establece que la capacidad para recolectar y analizar datos en tiempo real va a ser cada vez más necesaria en el sector, así como que emergerán nuevos competidores a medida que la tecnología y la innovación den lugar a nuevas ventajas competitivas e incrementen la productividad, etc. 

“En este contexto”, matiza el texto, “el sector agrícola no solo no estará ajeno a estos avances, sino que será uno de los principales ámbitos de aplicación de muchos de ellos, lo que provocará una profunda transformación tanto de la actividad agrícola como de sus relaciones con el resto de agentes del sector y con los consumidores”.

Estas nuevas técnicas de cultivo y explotación, además, deberán ser sostenibles y respetuosas con el medio ambiente y se traducen, por ejemplo, en la modificación genética del cultivo (OMG), mecanización de la labor agrícola a través de nueva maquinaria, introducción de nuevas tecnologías de la información para automatizar la gestión de las explotaciones o, entre otras, la integración de diversas bases de datos.

Las cuatro vertientes del futuro agrícola

Entre las fortalezas del sector agrícola español destacan las condiciones climatológicas favorables —superficie de cultivo, diversidad de producción, etc.— y los altos estándares de calidad y seguridad.

Respecto a sus debilidades, la estructura empresarial “atomizada” y la poca coordinación entre los diferentes agentes del sector implicados constituyen un gran factor de riesgo para el sector junto a la infrafinanciación.

El sector agrícola se enfrenta a grandes retos como el relevo generacional o la transformación digital. ED

Al hablar de oportunidades de la agricultura, se incluyen la creciente demanda de alimentos, el avance tecnológico y la capacidad de atracción de nuevos perfiles jóvenes y digitalizados, como destaca el monográfico de PWC y Aepla.

Sin embargo, el sector se encuentra ante unas amenazas constituidas por la escasez actual de I+D agrícola, la fijación de precios en base a mercados internacionales, la aparición de nuevos competidores y la emersión de nuevas plagas y enfermedades como el cotonet de Sudáfrica. 

Según el informe “Visión sobre el futuro de Europa. Cinco pasos para promover la innovación, la competitividad y la productividad sostenible”, un mayor desarrollo en innovación agrícola podría proporcionar en 2050 un 67 % más de alimentos con precios un 50 % inferiores, así como reducir las emisiones de gases de efecto invernadero o promover la conservación de la biodiversidad generando, en todo este proceso, beneficios tanto para el agricultor como para el entorno.

Sipcam Iberia, puerta abierta a la transformación del sector

Sipcam Iberia, empresa especializada en la fabricación y comercialización de productos fitosanitarios, bioestimulantes y nutricionales para la agricultura, lanza una interesante pregunta a sus clientes: “¿Afrontaremos con éxito todos los retos de la agricultura?”.

Ubicada en el municipio de Sueca y con una amplia trayectoria que se prolonga desde el año 1974, Sipcam Iberia no solo destaca por su gran variedad de productos, sino que su valor diferencial reside en el asesoramiento integral que el agricultor tiene a su alcance y a través del cual puede conseguir unos cultivos más eficientes y unas cosechas de mayor calidad.

La Cátedra Sipcam ahonda en el desarrollo digital y análisis de datos del sector agrícola. ED Andrea Puchades

La mercantil valenciana, alineada con la transformación sostenible y tecnológica del sector, brinda alternativas aptas para la agricultura ecológica con productos de bioprotección que ayudan a controlar las plagas, entre otras opciones. 

Además, siguiendo uno de sus objetivos fundacionales —aplicar soluciones innovadoras de investigación y desarrollo agrícola—, la empresa desarrolló en 2020 junto a la Universidad de Córdoba la Cátedra de Transformación Digital, también conocida como Cátedra Sipcam.

Un proyecto que permite a los y las profesionales del sector desarrollar sus habilidades digitales y enterarse de las últimas tendencias en las TIC, así como en el análisis de datos, para adaptarlas al entorno agrícola.

Entre sus objetivos destacan, entre otros aspectos, el desarrollo e implantación de asistentes virtuales, redes de sensores próximos y remotos y la modelización mediante computación en la nube. 

Además, pretende promover una agricultura sostenible basada en la agricultura de conservación y en la de precisión, en el uso de nuevas moléculas que favorezcan el desarrollo de los cultivos y la reducción del uso de insumos.

Bajo las premisas de sostenibilidad y máximo rendimiento del cultivo, Sipcam Iberia lanzó el año pasado un nuevo software de nutrición vegetal llamado CropBalance

Esta herramienta fomenta un uso más racional y responsable de los nutrientes por parte del agricultor, lo que permite mejorar la calidad de la cosecha sin necesidad de aplicar fitosanitarios de más porque, tal y como afirma Xosé Lois Devesa, el country manager de la compañía, “no siempre más es mejor. Lo que los profesionales del sector necesitan es un abonado inteligente”.

Sipcam Iberia, con más de 50 años de nutrición vegetal a sus espaldas, avanza así en su propósito de ayudar al agricultor y fomentar un uso racional, sostenible y comprometido con el medio ambiente de todos los productos que desarrolla.