Levante-EMV, Valencia

Harriet E. Miers, la asesora legal de la Casa Blanca elegida por George W. Bush para ocupar un plaza en el Tribunal Supremo, tiene una trayectoria vital muy parecida a la de su mentor. Al igual que el presidente de Estados Unidos, Miers dio un giro radical a su vida cuando, en pleno auge de su carrera profesional, abondonó la fe católica y se convertió en una cristiana evangélica.

«Decidió que quería que la fe fuera una parte importante de su vida», asegura Justice Hecht, que actualmente ocupa un puesto en el Tribunal Supremo de Texas. «Una tarde, me llamó a su oficina y me dijo que estaba preparada para llegar a un compromiso», aceptar a Jesucristo como su salvador y nacer de nuevo.

En esos momentos, Miers se encontraba en la treintena y era socia de uno de los despachos de abogados más prestigiosos del sur de Estados Unidos. Al poco tiempo, fue bautizada y se convirtió definitivamente en una cristiana evangélica, según una información publicada por The New York Times.

El cambio de fe llevó aparejada también una nueva orientación política. Miers, que hasta ese momento había demostrado sus simpatías por el Partido Demócrata, pasó a identificarse con los republicanos. No obstante, los sectores más conservadores del Partido Republicano recelan todavía de la candidata elegida por Bush, a quien ven como «moderada».