Agencias, Guatemala/México

Alrededor de 1.400 personas murieron ayer sepultadas al producirse una avalancha de lodo y barro en la localidad guatemalteca de Panabaj, una de las más afectadas por las lluvias torrenciales provocadas por el paso del ciclón Stan por ese país centroamericano. Fue la agencia Reuters quien facilitó la noticia citando a fuentes de los bomberos de esa localidad montañosa. Las trágicas consecuencias de esta catástrofe natural superan con creces la devastación que dejó a su paso el huracán Mitch en 1998, cuando murieron 268 personas.

«No hay supervivientes. Todo pasó hace 48 horas y todos están muertos», lamentó el portavoz de los bomberos, Mario Cruz. Este responsable explicó que la tragedia se desencadenó tras producirse una avalancha de lodo que sorprendió a los habitantes de esta localidad. La mayoría de ellos terminó sepultado bajo el barro y las rocas, en algunos casos con una capa de lodo de 12 metros de grosor.

2.000 muertos en Guatemala

El ciclón Stan está dejando en Centroamérica una estela de destrucción igual de dramática. La cifra de muertos sólo en Guatemala ronda ya los 2.000, aunque fuentes oficiales aún no han contabilizado los fallecidos en el alud y sólo reconocen 508 muertes. El último informe de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) señala que muchos de los fallecidos en diferentes puntos del país son niños. Además, 337 personas siguen desaparecidas, cifra que las radios locales eleva hasta el millar, debido a que más de 40 comunidades permanecen incomunicadas.

Un total de 97.872 personas se han visto afectadas por el Stan; 84.949 han sido trasladadas a los 255 albergues habilitados por las autoridades, mientras que 630 casas han sido destruidas completamente y 5.118 más han sido afectadas. Según las autoridades, al menos 421 comunidades de las regiones sur, suroeste y noroeste del país, en doce de los 22 departamentos, han sido directamente afectadas por la lluvias, que han provocado avalanchas y desbordamiento de ríos.

Los servicios de socorro, el ejército y vecinos tratan desesperadamente de rescatar a centenares de personas que han sido dadas por desaparecidas, y que se sospecha están sepultadas entre el lodo y las rocas.

El presidente guatemalteco, Oscar Berger, que el pasado miércoles declaró el «estado de calamidad pública» debido a los estragos provocados por el fenómeno natural, dijo ayer que «la cantidad de muertos y desaparecidos es una triste incógnita». La ayuda internacional empezó a llegar al país desde el pasado jueves procedente de diferentes partes del mundo, pero la destrucción de las carreteras ha impedido que se distribuya a los afectados.

Otros países afectados

Colombia también vive la tragedia con 26 personas muertas a causa de derrumbes originados por las lluvias que afectan a ese país. La pérdida de vidas tuvo lugar cuando se desmoronó un muro en la localidad de Bello, en los alrededores de Medellín, donde otras 40 personas están desaparecidas, según ha afirmado el gobernador del departamento de Antioquia, Aníbal Gaviria.

En El Salvador, según el Comité de Emergencia Nacional (COEN) las precipitaciones han dejado desde el domingo pasado al menos 67 personas muertas. El volcán de Santa Ana, ubicado a unos 50 kilómetros al oeste de la capital salvadoreña, ha empezado a arrojar ceniza, gases y fragmentos de roca. Stan también se ha cobrado la vida de 11 personas en Nicaragua, cuatro en Honduras y dos en Costa Rica, además de 21 en México.