Efe, Moscú

El gobernador de la región rusa de Vólogda ordenó ayer investigar todas las circunstancias de la cacería que tuvo lugar en agosto pasado durante la visita privada del Rey Juan Carlos.

Un grupo especial, creado por decreto del gobernador, deberá comprobar el hecho y las circunstancias de la muerte de «un oso amaestrado» durante la cacería «organizada para el Rey de España», informó ayer la agencia rusa Interfax. Los resultados de la investigación, aseguró el gobernador, serán hechos públicos.

La decisión sale al paso de las informaciones publicadas en la prensa sobre que en esa cacería el Rey abatió un oso criado en una aldea vecina y «totalmente manso», que fue además «embriagado previamente con abundantes cantidades de vodka con miel».

(En Madrid, la Casa del Rey confirmó que el monarca había estado cazando a finales de agosto en Vólogda, pero calificó de «ridículas» las versiones que se difunden sobre este asunto). «La cacería del Rey fue todo un espectáculo», escribió en una carta a Pozgaliov el subjefe del departamento de Protección y Fomento de Recursos Naturales de Vólogda, Serguéi Stárostin, cuya protesta, afirma, le ha supuesto amenazas de despido.

Criado en un cámping

El texto de su carta, reproducido ayer por el diario moscovita Kommersant, uno de los más influyentes en los medios económicos y políticos de Rusia, propició que la noticia fuera difundida y comentada en emisoras de radio y páginas digitales de Rusia y de otros países de la antigua Unión Soviética. Según Stárostin, «para satisfacer al monarca español», fue sacrificado un oso manso llamado Mitrofán, que desde cachorro se crió en un cámping de la vecina aldea de Novlenski.

El oso fue encerrado en una jaula y transportado al lugar de la caza, donde fue emborrachado con vodka con miel y abandonado en campo abierto, agrega Stárostin. «En ese estado fue una presa fácil», subrayó. Durante su estancia en la región de Vólogda, 400 kilómetros al norte de Moscú, el Rey se hospedó, según Kommersant, en la mansión GlujarinniDom (Casa del Urogallo), donde suelen descansar personalidades rusas. Según la prensa local, el monarca español llegó a Vólogda en un avión de la Fuerza Aérea tras reunirse a orillas del mar Negro con el presidente ruso, Vladimir Putin, con un séquito de 29 personas. Stárostin sostiene que «farsas como la que fue montada» para el monarca español son algo común en ese coto, y citó varios ejemplos de animales domesticados abatidos. Según Stárostin, los organizadores de estas cacerías son el vicegobernador de Vólogda y el jefe del Servicio de Protección de los Recursos Naturales de la región.