El periodista y psicólogo disidente cubano Guillermo Fariñas sufrió en la tarde de este martes una nueva crisis como consecuencia de una nueva infección bacteriana que ha obligado a los médicos a retirarle la vía parenteral por la que le estaban suministraban los elementos alimentarios necesarios para paliar los efectos de su huelga de hambre, iniciada hace ya 98 días.

"Guillermo está en estado crítico", señaló esta madrugada su portavoz, Licet Zamora, en conversación telefónica con Europa Press. "Desde las 18.00 horas (medianoche en España) presenta otra crisis bacteriana, que le ha elevado la fiebre hasta los 40,1º y ha obligado a los doctores a quitarle el catéter", añadió.

Desde la sala de cuidados intensivos del Hospital Arnaldo Millán Castro (Santa Clara), en la que está ingresado desde el pasado 11 de marzo, su esposa, Clara Pérez Gómez, también calificó de "crítico" el estado de Fariñas, aunque precisó que no había perdido el conocimiento en ningún momento y que los médicos habían conseguido reducir su fiebre hasta los 39,1º.

"Su tensión ha bajado mucho y ha sentido varias taquicardias durante la tarde y la noche. Se encuentra muy debilitado y apenas tiene fuerzas para hablar", indicó Pérez. "Le han retirado el catéter para tomar muestras de sangre y hacer un hemocultivo que permita saber qué bacteria tiene, para poder aplicarle el antibiótico necesario.

Sin embargo, agregó la mujer del disidente, serán necesarias más de 24 horas para recibir los resultados de las pruebas y "no podrá volver a recibir alimentación parenteral hasta que le eliminen la bacteria", agregó.

El pasado 24 de febrero Fariñas anunció el inicio de su huelga de hambre y sed número 23 en señal de protesta por la muerte, el día anterior, del preso de conciencia Orlando Zapata Tamayo. Una protesta con la que exige la liberación de los 26 presos políticos del Gobierno cubano que se encuentran más enfermos.

A pesar de su débil estado de salud, "no va a poner fin a su huelga de hambre", indicó Pérez, quien dijo temer por la vida de su marido.

Antes de sufrir esta nueva recaída, Fariñas había acogido como un "paso adelante" el traslado de seis presos políticos cubanos a centros penitenciarios más cercanos a los lugares de residencia de sus familias, una noticia confirmada por el propio Arzobispado de La Habana, informó Licet Zamora.

"Yo estuve hablando con él y reconoció que es un paso adelante, pero dejó bien claro que eso no es lo que él viene solicitando, por lo que está determinado a seguir con su huelga de hambre", añadió la portavoz del disidente. "Si el Gobierno quiere salvar la vida de Fariñas tiene que conceder la licencia extrapenal al menos a diez o doce de los presos políticos que se encuentran enfermos", añadió.