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La salida de seis aviones turcos con cientos de activistas de la Flotilla de la Libertad arrestados por Israel, entre ellos tres españoles, se retrasó anoche en el aeropuerto Ben Gurión por "problemas administrativos", sin que se conociera cuál sería la hora de despegue, informó el portavoz del ministerio israelí de Exteriores, Igal Palmor.

Palmor explicó que había una petición presentada ante el Tribunal Supremo por organizaciones locales para impedir la salida de Israel de algunos activistas acusados "de agredir a soldados israelíes" durante el abordaje de la flotilla, operación en la que fallecieron nueve personas.

El portavoz israelí aseguró que el Gobierno de su país es partidario de deportar también a esos activistas pero que "la decisión última corresponde al Tribunal Supremo". La hora prevista para la salida de los seis aviones turcos -tres civiles con rumbo a Estambul, y tres militares, con los heridos, con destino Ankara- era las 18.00, hora local (15.00 GMT), y Palmor expresó su confianza en que "los problemas" pendientes se resuelvan en las próximas horas.

Las autoridades turcas insistieron, por su parte, en que los seis aviones despegaran a la vez, y con todos los activistas abordo. Según fuentes diplomáticas españolas, ayer tarde embarcaron los tres españoles de la flotilla: la catalana Laura Arau, el madrileño Manuel Tapial (ambos miembros de la ONG Cultura, Paz y Solidaridad Haydée Santamaría) y el valenciano David Segarra, periodista del canal de televisión venezolano Telesur.

Netanyahu defiende el ataque

Entretanto, el Gobierno israelí siguió defendiéndose ayer de las críticas internacionales. Así, el primer ministro, Benjamin Netanyahu, avaló en un mensaje televisado el abordaje a la flotilla "para evitar que entran armas a para Hamas" y acusó a la comunidad internacional de ser "hipócrita" sobre este incidente. "Los mismos países que nos critican hoy, deberían saber que pueden convertirse mañana en un objetivo terrorista", advirtió. El jefe del Ejecutivo hebreo recalcó que "no se puede permitir un puerto iraní en el Mediterráneo" y acusó a Teherán de mantener un continuo "contrabando" en la Franja de Gaza.

El Parlamento turco emitió ayer una declaración aprobada por unanimidad en la que llama al Gobierno a reconsiderar todas las relaciones económicas, políticas y militares con Israel. La declaración, firmada también por los representantes del gubernamental Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), expresó las expectativas de los diputados de que se tomen las "medidas necesarias" tras el asalto del ejército israelí a una flotilla humanitaria en la que la mayoría de los activistas eran turcos. La declaración califica ese ataque como "una violación abierta de las reglas de la ONU y del derecho internacional". El Parlamento también llamó a las Naciones Unidas a que sancione a Israel y a que forme de manera inmediata un comité independiente de investigación.

Por su parte, el paso de Rafah, en la frontera con Egipto, único paso con Gaza que no controla Israelfue, fue abierto el martes por el presidente egipcio, Hosni Mubarak, para facilitar la entrada de ayuda a Gaza. Ayer autorizó la entrada de generadores eléctricos en la Franja. Desde la ofensiva lanzada por Israel contra Gaza entre finales de 2008 y principios de 2009, Egipto sólo había permitido la entrada de alimentos y medicinas. Las autoridades fronterizas permitieron a la Media Luna Roja la entrada de cuatro generadores y se espera que autorice otros nueve, según un miembro de la sección egipcia de la organización, Omar Aly. La decisión de Egipto había sido solicitada por las autoridades de Hamas, que gobiernan en la Franja, y permitirá la entrada y salida por Rafah, . Desde que el movimiento islámico se hizo con el control del territorio, Egipto había abierto el paso sólo esporádicamente.