Siete activistas, un cubano y seis malasios del barco irlandés "Rachel Corrie", deportados por Israel, llegaron hoy a Jordania, después de que su embarcación fuera interceptada ayer sin incidentes por el Ejército israelí.

Junto esos activistas viajaba, además, un indonesio, herido el lunes pasado, durante el asalto israelí al barco "Mavi Marmara", en el que murieron nueve personas.

Los deportados cruzaron la frontera entre ambos países por el puente Allenby y fueron recibidos en el lado jordano por el presidente de la Organización de Caridad Hachemita, Ahmad al Omyan, según fuentes gubernamentales.

En una conversación telefónica con Efe, el activista cubano Armando Balancio acusó a Israel de haber llevado a cabo "una acción inhumana, que desafía a la opinión pública mundial" por haber abordado el "Rachel Corrie". "Estamos dispuestos a intentar romper el bloqueo de Gaza otra vez", aseguró Balancio.

Por su parte, el activista malayo Matthias Chang, de la ONG Perdana Paz Global, calificó de "bárbaros" los métodos de Israel.

"Fuimos secuestrados en alta mar porque estábamos en una misión humanitaria para salvar a la gente de Gaza del hambre", apuntó Chang a Efe, quien también expresó su voluntad de volver a intentar romper el bloqueo sobre la franja palestina.

El "Rachel Corrie" era el penúltimo barco de la "Flotilla de la Libertad" (hay otro atracado en Chipre sin planes inmediatos de zarpar), un grupo de embarcaciones con ayuda humanitaria y unas 750 personas a bordo que pretendía romper el bloqueo israelí a Gaza.

Nueve miembros de la flota murieron por fuego israelí el pasado lunes en el "Mavi Marmara", la única embarcación que opuso resistencia a su asalto en aguas internacionales.