El jefe de Estado Mayor de la Defensa (Jemad), el general del Aire José Julio Rodríguez, aseguró ayer que no ve una "relación directa" entre la amenaza del sur de Afganistán, donde hay una mayor actividad insurgente, y la que hay en la región occidental de Afganistán, donde está desplegado el contingente español. Eso sí, reconoció que hay una "mayor actividad" de las fuerzas y que se están tomando "medidas pasivas", entre otras para evitar las minas improvisadas.

"No hay ninguna relación directa entre la amenaza del sur y la que hay en nuestra provincia", declaró el Jemad en rueda de prensa junto a la ministra Carme Chacón al término de la reunión de ministros de Defensa de la Alianza. "Lo que sí que hay es una mayor actividad de nuestras fuerzas y estamos tomando medidas pasivas, con los nuevos vehículos blindados, pero sobre todo las medidas más importantes, como la formación para evitar los artefactos explosivos", agregó el general.

Se vivirán "momentos duros"

El pasado jueves, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, auguró que las fuerzas internacionales vivirán los próximos meses "momentos duros" y más bajas porque la ofensiva militar ha entrado de lleno en el "núcleo" de los talibanes, en Helmand y Kandahar, las provincias del sur del país. Y ayer Chacón ratificó que éste es el mensaje que han recibido los ministros de los países que participan en la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF).

En este sentido, la ministra no ocultó que Afganistán sigue siendo la misión "más dura, más arriesgada y más compleja" que tienen ahora mismo las tropas españolas y la Alianza. Sin embargo, destacó que hay indicadores que mejoran y abren el camino al "optimismo". Así, según los informes presentados por el general Mc Chrystal y el ministro afgano de Defensa, Abdul Rahim Wardak, el 85% del ejército y el 46% de la policía afgana cuentan ya con instructores de la ISAF y que cada vez más afganos confían en su Gobierno.

Por lo que respecta al sur del país, en Helmand, los informes hablan de que se han restablecido servicios básicos como educación y salud. Chacón mencionó incluso una última encuesta de satisfacción según la cual el 84% de los afganos creen que su actual nivel de seguridad es "bueno". Aun así, el año que viene habrá en el territorio afgano "momentos duros" que pasar.