Al menos 41 personas han muerto y 607 continúan desaparecidas como consecuencia de las fuertes lluvias que castigan desde la semana pasada a los estados del nordeste de Brasil, los más pobres del país, informaron hoy fuentes oficiales.

La situación más grave se presenta en el estado de Alagoas, en donde la Defensa Civil contabiliza hasta ahora 29 víctimas y 607 desaparecidos por la crecida del río Mundau, que rompió una represa e inundó varios municipios, entre ellos el de União dos Palmares, de 62.000 habitantes.

En esa ciudad, 9.000 personas tuvieron que abandonar sus viviendas y unas 500 no han podido ser contactadas por sus familiares, mientras que los damnificados suman 73.828.

En el vecino estado de Pernambuco fueron contabilizadas hasta ahora 12 muertes, entre ellas cinco de la misma familia, en su mayoría sepultadas por los deslizamientos de tierras que se registraron en la ciudad de Recife en la madrugada del pasado viernes.

El número de damnificados en los dos estados llega a 116.180 y el de viviendas destruidas a cerca de 17.000.

Pese a que el gobernador de Alagoas, Teotonio Vilela Filho, llegó a decir que el número de desaparecidos superaba los mil, los bomberos aclararon que los números fueron reducidos porque diferentes personas habían denunciado la desaparición de los mismos familiares.

"Ese número es flexible. Algunas personas que vivían en regiones aisladas ya aparecieron pero no han encontrado a sus familiares", dijo a Efe un portavoz del Cuerpo de Bomberos.

La misma fuente aclaró que el Cuerpo de Bomberos ya llegó a todos los lugares en donde se registraron inundaciones y derrumbes y no ha encontrado un número tan elevado de víctimas.

La Defensa Civil ha usado cinco helicópteros para rescatar personas que quedaron en lugares aislados por las lluvias.

Mientras que 15 de los 26 municipios afectados por las lluvias en Alagoas declararon estado de calamidad pública, en Pernambuco, con 54 municipios afectados por los temporales, nueve declararon la calamidad pública y 30 el estado de emergencia.

La Defensa Civil dijo que hasta ahora han sido distribuidas 243.000 toneladas de donativos, principalmente alimentos, medicinas y ropas, entre los damnificados, y que cada día son enviados 15 camiones cargados con ayuda hasta las ciudades afectadas.

Las Fuerzas Armadas, que ayudan desde el fin de semana en las tareas de rescate con varios helicópteros montaron dos hospitales de campaña en la región.

El Gobierno federal anunció anoche el desembolso inmediato de 25 millones de reales (unos 14 millones de dólares) para ayudar a los damnificados, en tanto que la Compañía Nacional de Abastecimiento envió 20.000 canastas básicas de alimentos.

Según el gobernador de Alagoas, lo más urgente es el envío de agua y alimentos, así como de técnicos que puedan restablecer el suministro de energía eléctrica.

Los servicios de meteorología pronostican que, después de la pausa de las lluvias el domingo y el lunes, se prevén nuevos aguaceros a partir de este martes y por varios días.