El ministro francés de Trabajo, Eric Woerth y su esposa Florence, siguen en el punto de mira por sus supuestos vínculos con la multimillonaria Liliane Bettencourt, única heredera del emporio L'Oreal y tercera fortuna de Francia, sospechosa de fraude fiscal. Woerth calificó de "charlatanes" a quienes acusan a su mujer Florence de haber estado involucrada en una supuesta evasión fiscal de la heredera del emporio de cosméticos.

Desde mayo de ese año y hasta marzo de 2010, Eric Woerth fue ministro de Presupuesto de Francia y responsable de la inspección fiscal. En una entrevista a la televisión pública France 3, Woerth negó ayer que exista un "conflicto de intereses" por haber dirigido el ministerio de Presupuesto mientras su esposa gestionaba la fortuna de Bettencourt, que tendría cuentas no declaradas en el extranjero. El ministro anunció que su esposa demandará a la eurodiputada verde Eva Joly, por acusarla de apoyar el fraude fiscal. Joly, reconocida jueza de instrucción especializada en asuntos financieros, estimó el domingo que Woerth debería dimitir debido a su vínculo con el caso Bettencourt. "Existe una contradicción de intereses respecto a su pretendida lucha contra los paraísos fiscales, mientras su mujer participó en la evasión fiscal de la fortuna de Bettencourt", sostuvo Joly.

El ministro y su esposa aparecieron en unas grabaciones entre Bettencourt y sus asesores que revelarían la evasión de impuestos, la intromisión del Elíseo en el procedimiento judicial y vínculos entre Bettencourt y los Woerth. Esas conversaciones revelarían que el ministro y su esposa no ignoran que la multimillonaria tendría unos 80 millones de euros en cuentas bancarias en Suiza y en una isla de las Seychelles.

Florence Woerth gestiona desde 2007 la fortuna de Liliane Bettencourt, de 87 años, estimada en 10.100 millones de euros, aunque el diario Le Monde la cifra en en 16.000 millones.