El Vaticano expresó ayer al embajador de Bélgica ante la Santa Sede su "indignación" por la profanación de las tumbas de dos cardenales que, a su juicio, se llevaron a cabo el pasado jueves durante el registro del arzobispado de Malinas-Bruselas. En un comunicado, el Vaticano expresó su "estupor" por el modo en el que la policía llevó a cabo los registros, realizados también en la vivienda personal de un cardenal en busca de documentos que corroborasen una denuncia de abusos sexuales a menores por parte de miembros de la Iglesia católica.

La Santa Sede aseguró que durante los registros se produjo la profanación de las tumbas de los cardenales Josef-Ernest Van Roey y Léon-Joseph Suenes, arzobispos de Malinas-Bruselas.

El Vaticano insistió además en la "necesidad de reparar y de afrontar tales actos de modo conforme a las exigencias de la Justicia y a los enseñantes del evangelio".

El hecho que molesta especialmente al Vaticano fue la excavación en la cripta de la catedral de Malinas. Los investigadores introdujeron cámaras para buscar documentos que revelarían la ocultación de datos sobre abusos sexuales a menores cometidos por sacerdotes. Finalmente, no se encontró nada.

"Secuestro de obispos"

El jefe de la Iglesia católica belga, el arzobispo de Malinas-Bruselas André-Joseph Leonard, juzgó "un poco desconcertante" el desarrollo de las pesquisas, especialmente "las excavaciones de la tumbar arzobispal y que todos los obispos hubieran estado retenidos hasta la noche". Para el arzobispo, "el secuestro entre comillas" de los obispos fue una muestra de celo excesiva. La policía registró los edificios dependientes de la archidiócesis, incluido el palacio episcopal en Mechelen, donde los prelados belgas se reunían con el representante del Vaticano.

Durante la búsqueda de documentos, que incluía cartas intercambiadas por las presuntas víctimas de sacerdotes pedófilos y las autoridades católicas, la policía confiscó los teléfonos de los obispos durante varias horas y se les impidió abandonar el lugar hasta primera hora de la tarde.

Mientras tanto, la prensa local desveló ayer que los registros responden a una denuncia por "asociación de malhechores" por una supuesta ocultación sistemática de casos de pederastia. El diario De Morgen señaló que las penas por este delito podrían elevarse hasta los 20 años. "Si resulta de los expedientes incautados que ciertas órdenes religiosas impidieron durante años que pederastas fuesen juzgados, formarían según la ley una organización criminal", según informó una fuente judicial a De Morgen.

Los investigadores se incautaron de numerosos documentos, incluido el ordenador personal, del cardenal Godfried Danneels (de 77 años), que fue arzobispo de Malinas-Bruselas desde 1979 hasta enero de este año.