El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, respondió hoy al vaticinio de la "desaparición de los sionistas" efectuado en el Líbano por el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, con un llamamiento a mirar el Ejército que tiene el país.

"Hoy hemos oído insultos y abominaciones desde la frontera libanesa. La mejor respuesta a esas blasfemias fue dada hace 62 años: el Estado y todo lo que hemos construido y creado desde entonces", dijo en el Museo de la Independencia de Tel Aviv, según medios locales.

"Y, desde entonces, miren qué pueblo, Estado y Ejército tiene el pueblo de Israel. Seguiremos construyendo y creando nuestro país y estaremos preparados para protegerlo", prosiguió.

Netanyahu eludió responder a la pregunta de si su Gobierno había considerado asesinar al dirigente iraní durante la visita que comenzó ayer al vecino país de los cedros.

"Consideramos con juicio lo que necesita hacerse para proteger al Estado", se limitó a decir.

Ayer, el diputado ultraderechista israelí Arieh Eldad afirmó que su país debería aprovechar la visita al Líbano de Ahmadineyad para asesinarlo, lo que "sería como haber matado a Hitler en 1939", justo antes del Holocausto.

Esta tarde, el portavoz del Ministerio israelí de Asuntos Exteriores, Igal Palmor, señaló a Efe que el discurso del presidente iraní en la localidad meridional de Bint Jbeil, cerca de la frontera con el Estado judío, corresponde a "un pirómano obsesionado e incontrolado".

"No le vamos a servir el polvorín", agregó sobre Ahmadineyad, quien en el segundo día de su visita oficial al Líbano ensalzó al grupo chií Hizbulá y su resistencia.

El dirigente iraní alabó a Hizbulá por "provocar la amarga derrota de los sionistas e introducir el temor y la desesperación en el corazón de los sionistas".

Ahmadineyad hizo estas declaraciones ante miles de personas que se habían congregado para aclamarlo en Bint Jbeil, bombardeada por Israel durante la guerra que mantuvo con Hizbulá en el verano de 2006 y reconstruida con dinero iraní.

Se espera que el líder iraní regrese esta noche a Beirut para despedirse en el palacio presidencial de su homólogo libanés, Michel Suleiman, y poner fin a su primera visita al país.