El presidente de Israel, Simón Peres, ha considerado hoy que un Oriente Próximo democrático favorecería la paz con el pueblo palestino y ha añadido que las protestas en los países árabes son más una "revolución social" que política e indican que "está llegando una nueva era".

"Hay más posibilidades para resolver el problema palestino dentro del cambio general que se está produciendo en Oriente Próximo. Un Oriente Próximo democrático es más favorable para la paz", ha manifestado Peres en declaraciones a TVE horas antes del inicio, esta tarde, de su visita oficial a España.

Preguntado por si los países occidentales o sus servicios de inteligencia no previeron lo que está ocurriendo en Túnez, Egipto, Libia, Irán, Yemen, Bahrein o Marruecos, el presidente israelí ha respondido que sí, porque dada la situación de pobreza y falta de libertades "realmente era inevitable" aunque "no en la forma en que ha ocurrido".

Ha incidido especialmente en la situación de Irán, y se ha mostrado "convencido" de que el régimen de Mahmud Ahmadineyad "caerá, por su propio pueblo, tarde o temprano".

"Si Irán se transforma en Egipto ya no habrá más revoluciones, pero si Egipto se transforma en Irán, las revoluciones continuarán, esa es la diferencia", ha señalado Peres.

Ha defendido que, en los países árabes, "las formas de vida no democráticas se han traducido en una religión" cuando, a su juicio, el Islám es compatible con la democracia y "se puede mantener la religión y ser democrático".

Sin embargo, ha señalado que no habrá democracia en estos países si no hay igualdad de derechos para las mujeres y ha advertido de que será complicado que rompan con su "estructura de la familia".

Respecto a la repercusión que las futuras elecciones en Egipto tendrán en las relaciones con Israel, Peres ha dicho que, como israelí, desea que los egipcios "realmente puedan disfrutar de libertad" y prosperidad económica.

"Hubo épocas en las que los árabes estaban al frente del progreso, está en sus manos", ha agregado el presidente israelí antes de confiar en que las elecciones se celebren en Egipto "de forma libre, sin violencia, sin falsificaciones y sin que intervenga la ley de Dios".

Ha asegurado que no ha hablado con Hosni Mubarak desde que abandonó el poder y le ha reconocido que cumplió su promesa de mantener la paz. "Si hubiese gobernado otro, supongo que hubiésemos tenido una guerra", ha manifestado.

Peres ha apostado por que Occidente envíe ayuda económica a los países árabes y, tras reconocer que la crisis impedirá hacerlo a los Gobiernos, ha dicho que debería ser la sociedad civil quien tomara la iniciativa a través de las grandes multinacionales.

"Si tenemos un país enfermo y una población enferma es más sabio ayudar al país enfermo para ocuparse luego de la población que, simplemente, ayudar a la población enferma y no al país", ha argumentado antes de recalcar que "incluso los árabes que se oponen a la democracia no se oponen a la alta tecnología".