Benedicto XVI ha proclamado beato a su antecesor, Juan Pablo II (1920-2005), en una solemne ceremonia que se celebra en la plaza de San Pedro del Vaticano a la que asisten más de un millón de personas de todo el mundo.

El nuevo beato fue proclamado a las 10.38 local (08.38 GMT), mientras los presentes en la plaza de San Pedro y las calles y plazas adyacentes rompieron en aplausos que duraron varios minutos y sonaba música sacra.

Karol Wojtyla convierte así en el décimo papa beato proclamado por la Iglesia católica y el primero proclamado por su inmediato predecesor en los últimos 1.000 años.

Benedicto XVI ha recordado durante la homilía que "hace seis años" los cristianos se encontraban en la Plaza de San Pedro para celebrar los funerales de Juan Pablo II y que, ése día, "el dolor por la pérdida era profundo, pero más grande todavía era el sentido de una inmensa gracia que envolvía a Roma y al mundo entero". "El día esperado ha llegado pronto porque así lo ha querido el Señor. Juan Pablo II ya es beato", ha dicho con emoción.

Poco antes, el Pontífice subrayaba que "ya aquel día", el 8 de abril de 2005, se percibía "el perfume de su santidad" y que "el pueblo de Dios manifestó de muchas maneras su veneración hacia él". En este sentido, ha subrayado que, por eso, ha querido que, "respetando debidamente la normativa de la Iglesia", la causa de su beatificación "procediera con razonable rapidez".

Ante muchos peregrinos de nacionalidad polaca, también ha recalcado que "con su testimonio de fe, de amor y de valor apostólico, acompañado de una gran humanidad, este hijo ejemplar de la nación polaca ayudó a los cristianos de todo el mundo a no tener miedo de llamarse cristianos" y también "ayudó a no tener miedo a la verdad, porque la verdad es garantía de la libertad". "Nos devolvió la fuerza de creer en Cristo", ha destacado.

Asimismo, el Papa ha afirmado que Juan Pablo II invirtió "la carga de esperanza que en cierta manera se le dio al marxismo y a la ideología del progreso" y "la reivindicó legítimamente para el cristianismo, restituyéndole la fisonomía auténtica de la esperanza, de vivir en la historia con una existencia personal y comunitaria orientada a Cristo".

El Papa ha recordado que el beato Juan Pablo II dedicó a la Divina Misericordia este domingo, el segundo de Pascua, y que "por ello se eligió esta fecha para la celebración de hoy" porque su predecesor "entregó el espíritu a Dios precisamente en la tarde de la vigilia de esta fiesta".

"De ahora en adelante sea llamado beato"

La ceremonia comenzó con una procesión encabezada por Benedicto XVI desde la derecha de la Basílica y posteriormente, el Vicario para la diócesis de Roma, el cardenal Agostino Vallini ha recordado la biografía del Papa polaco, a la cual los peregrinos han respondido con grandes aplausos, sobre todo cuando se ha referido a las Jornadas Mundiales de la Juventud y la relación de Juan Pablo II con los jóvenes. El cardenal Vallini ha sido el encargado de pedir oficialmente a Benedicto XVI incluir a Juan Pablo II en la lista de los beatos de la Iglesia Católica.

"Acogiendo el deseo del cardenal Agostino Vallini, nuestro vicario general para la diócesis de Roma, de otros hermanos en el episcopado y de muchos fieles y después de haber obtenido el parecer de la Congregación para la Causa de los Santos, con Nuestra Autoridad Apostólica concedemos que el venerable siervo de Dios Juan Pablo II, papa, de ahora en adelante sea llamado beato", fue la fórmula de beatificación pronunciada por Benedicto XVI.

Sobre el ataúd fue colocado el Evangeliario de Lorsch, de época medieval, uno de los más preciados evangeliarios custodiados en la Biblioteca Apostólica Vaticana. Contiene los evangelios de Lucas y Juan.

Tras dar el Papa su permiso, poco después de las 10.30 horas, se ha descubierto el tapiz que muestra una imagen de Juan Pablo II realizada por un fotógrafo polaco, mientras se cantaba el himno del beato, inspirado en las palabras de Karol Wojtyla "Abrid las puertas a Cristo", pronunciadas el 22 de octubre de 1978 en la ceremonia de inicio de su Pontificado.

Posteriormente, la hermana Marie Simon Pierre, cuya curación del Párkinson permitió la beatificación de Juan Pablo II, junto con la religiosa polaca Sor Tobiana, superiora de la comunidad que cuidó durante 27 años el apartamento papal, han llevado al altar el relicario de plata que contiene la ampolla con una muestra de sangre del Papa polaco.

Una curiosidad es que la casulla y la mitra utilizada por Benedicto XVI durante la ceremonia pertenecieron a Juan Pablo II, así como el cáliz, que fue el que utilizó el Papa polaco los últimos años de su vida.

El Papa estipuló que la fiesta litúrgica del flamante beato se celebrará el 22 de octubre, aniversario del comienzo de su pontificado (en 1978).