La muerte de Osama bin Laden coloca a su lugarteniente, Ayman al Zawahiri, en la posición de colocarse al frente de la organización terrorista Al Qaeda. El egipcio Al Zawahiri, de 60 años y cirujano de profesión, está considerado desde hace años la mano derecha de Bin Laden, y responsable de algunas de las masacres que ha realizado la organización terrorista en los últimos años. No en vano, el Gobierno de EE UU ofrece una recompensa de 25 millones de dólares por su captura, cifra que ascenderá si finalmente, como creen los expertos, asume el liderazgo de la organización terrorista.

Al Zawahiri conoció a Bin Laden en 1985, en la ciudad de Pesháwar, en la frontera afgano paquistaní, donde coincidieron en la organización del traslado de 20.000 combatientes voluntarios árabes contra la ocupación soviética del país. De esa época data la fundación de Al Qaeda, creada para combatir el régimen pro soviético de Kabul, y origen del Frente Islámico Mundial para combatir a los "cruzados" y a los "judíos", cuya carta fundadora fue firmada en 1998 conjuntamente por Bin Laden y Zawahiri.

Ya adolescente, su nombre estuvo asociado con los militantes mahometanos, y fue arrestado por pertenecer a los Hermanos Musulmanes, el partido islámico más antiguo del mundo árabe, fundado en Egipto en 1927.

Asesinato de Sadat

La primera acción terrorista que se le imputa es haber organizado en 1981 el asesinato del presidente egipcio Anuar el Sadat durante un desfile militar en El Cairo. Tras la muerte en 1997 en un atentado de Abdulah Azzam, mentor religioso de Bin Laden, Al Zawahiri se convirtió en ideólogo del grupo. Un año después, fue uno de los firmantes de la fatua (edicto) de Bin Laden, en la que se ordenaba atacar los intereses de Estados Unidos en todo el mundo.

Tras los atentados del 11-S, la Interpol ordenó su busca y captura, bajo la acusación de ser "una de las cabezas de Al Qaeda".