Al menos 22 personas han muerto en los enfrentamientos que han mantenido rebeldes chiíes y milicianos suníes en la provincia de Saada, en el noroeste de Yemen, que está controlada por el primer grupo, según han informado fuentes tribales este jueves.

Una fuente próxima a los rebeldes chiíes, los llamados Huthis, ha afirmado que un grupo armado suní conocido como los Salafistas los atacó anoche en Hajja y en la zona de Kataf, donde ha habido intensos enfrentamientos entre suníes y chiíes en los últimos meses.

"Repelimos el ataque en menos de una hora. En Hajja murieron trece personas, y en Kataf nueve", ha precisado la fuente. Los combatientes Salafistas siguen una corriente religiosa suní similar al wahhabismo de Arabia Saudí.

Los Huthis, que reciben su nombre de un líder tribal, llevan años luchando contra las fuerzas gubernamentales. La revuelta popular del año pasado contra el presidente yemení, Alí Abdulá Salé, les ha permitido tener libertad de acción en Saada.

La responsable de las operaciones del Comité Internacional de la Cruz Roja en Oriente Próximo, Beatrice Megevand-Roggo, ha señalado en una entrevista que "toda la provincia está controlada por los Huthis". "Solo tenemos que tratar con una de las partes", ha añadido.

Salé se marchó de Saná el pasado domingo para recibir tratamiento médico en Estados Unidos, pero aseguró que volverá a Yemen.

Mientras, continúa la huelga que los oficiales de la Fuerza Aérea iniciaron hace cinco días para exigir la dimisión de su comandante, Mohammed Saleh al Ahmar, hermano de Salé. Los soldados que desertaron y se unieron a quienes piden el derrocamiento del presidente han indicado que las fuerzas gubernamentales secuestraron a dos altos mandos de la Fuerza Aérea en la ciudad de Hudaida por apoyar la huelga.