Al menos 30 personas, entre ellas dos menores, fallecieron hoy en Siria en varias acciones de represión de las fuerzas del régimen de Bachar al Asad, según los opositores Comités de Coordinación Local (CCL).

El grupo opositor informó en un comunicado de la muerte de catorce personas en la provincia septentrional de Idleb, diez en la central de Homs, tres en los alrededores de Damasco, dos en la meridional de Deraa y una en la capital.

Estos nuevos ataques contra los civiles coinciden con un amplio despliegue de seguridad en las afueras de Damasco, después de que las fuerzas leales al régimen recuperaran el control de esta zona.

La ofensiva más sangrienta se centró en la provincia de Idleb, uno de los principales feudos opositores, donde estallaron violentos enfrentamientos entre las tropas y el Ejército Libre Sirio (ELS), que agrupa a los desertores.

El bombardeo contra la población de Saraqeb, que afectó a una escuela, una panadería y tres viviendas, dejó un elevado número de muertos y heridos, según los CCL, que no precisaron la cifra exacta de víctimas.

También está siendo atacada con armamento pesado la localidad de Jan Sheijun, lo que desencadenó choques entre el ejército y los desertores.

Entre las víctimas mortales de Idleb hay cuatro soldados, que fueron ejecutados por las fuerzas de seguridad.

Mientras, en la ciudad de Rastan en Homs, el bombardeo contra un edificio residencial provocó el derrumbamiento del mismo, y por el momento se desconoce la suerte que han corrido sus habitantes.

En Rastan perecieron, además, al menos tres civiles al disparar las fuerzas de seguridad contra una ambulancia que transportaba a varios heridos.

Uno de los menores fallecidos, un niño de 12 años, murió en la localidad de Telbiseh de Homs a causa de un disparo en el pecho efectuado por un francotirador.

Pese a que el mayor número de víctimas se registró en el norte y centro del país, las fuerzas continúan con su ofensiva en los alrededores de Damasco y las tropas han irrumpido en varias localidades como Samalka y Arbin.

En Ein Tarama, donde falleció una persona, los cuerpos de seguridad ordenaron a los habitantes abandonar la ciudad y efectuaron campañas de arrestos.

Anoche, el Gobierno sirio anunció que sus fuerzas habían recuperado el control total de la periferia de Damasco y prometió que continuaría la lucha contra los "grupos terroristas".

Explosión en un oleoducto

Por otra parte, el Gobierno sirio ha acusado a "un grupo terrorista" de la explosión registrada en un oleoducto en la ciudad de Homs, en el centro del país. Según una fuente del Ministerio del Petróleo citada por SANA, la deflagración se ha debido a un artefacto explosivo colocado en la zona de Al Sultaniya, en el distrito de Baba Amro y ha provocado un incendio.

De acuerdo con esta fuente, la Compañía Siria para el Transporte de Petróleo se está coordinando con las autoridades pertinentes para afrontar la situación. La agencia oficial recuerda que este lunes terroristas atacaron un gasoducto que unía Homs con Banyas y provocaron una fuga de 460.000 metros cúbicos de gas.

Hussein Nader, un activista en Bab Amro, un distrito próximo a la refinería donde se produjo la explosión, ha señalado a Reuters que la explosión fue causada por el bombardeo de un tanque. "Los tanques han estado bombardeando Bab Amro desde esta mañana y sus disparos alcanzaron el oleoducto", ha explicado por teléfono satélite, con el sonido de ametralladoras de fondo.

Por su parte, los Comités de Coordinación Local han acusado al régimen de Al Assad de "hacer estallar los oleoductos en distintas zonas de Siria, en el marco de su política de castigo colectivo a los civiles que están reclamando libertad y democracia" y le han responsabilizado de lo ocurrido en Baba Amr.

"El régimen sirio ha bombardeado varios oleoductos y gasoductos desde que comenzó la 'revolución'", la mayoría de ellos en Deir al Zor, Rastan y Homs", afirman los Comités. Estos ataques suponen "una nueva violación añadida a la larga lista de violaciones cometidas por el régimen sirio contra el país y sus ciudadanos, como forma de castigo colectivo" y que se unen al "asedio de ciudades, el bombardeo de zonas pobladas, los disparos indiscriminados y la falta de electricidad, agua y alimentos".