El exsenador brasileño Luiz Estevao, quien perdió su escaño en el año 2000 acusado de corrupción, deberá reintegrar al erario público la suma de 468 millones de reales (186 millones de euros), informaron hoy fuentes judiciales.

La titular de la Abogacía General, Helia Beterro, afirmó que se trata de "la mayor recuperación de dinero público (desviado hacia corruptelas) que se ha registrado en la historia del país o quizás en el mundo" y pone a Brasil "a la cabeza del combate contra la corrupción".

Ese organismo explicó que, mediante un acuerdo firmado hoy con Estevao, este empresario de la construcción considerado uno de los más ricos del país se comprometió a reintegrar primero 80 millones de reales (31 millones de euros) y el resto será dividido en cuotas que deberá cancelar durante los próximos 96 meses.

La devolución del dinero fue posible gracias a la decisión de un juzgado, que respaldó una acción que, en ese sentido, emprendió el Tribunal de Cuentas.

Hace doce años, Estevao fue acusado de formar parte de una red de corrupción que, entre 1994 y 1999, se apropió de 169 millones de reales (67 millones de euros) que estaban destinados a la construcción de una nueva sede del Tribunal Regional de Trabajo de Sao Paulo. Fue considerado culpable en primera instancia en 2006 y el fallo fue ratificado en junio pasado.

El parlamentario había entrado a política en 1994, cuando fue elegido miembro de la Cámara Legislativa del Distrito Federal de Brasilia, y cuatro años después accedió a un escaño en el Senado, en representación del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).

Tras ser acusado formalmente por las corruptelas detectadas en Sao Paulo, perdió su escaño parlamentario el 28 de junio del año 2000. Esa fecha quedó en la historia del Parlamento, pues Estevao fue el primer senador destituido desde la constitución del Senado brasileño, en 1826. Ese hecho hasta ahora sólo se ha repetido este mismo año, cuando el parlamentario Demóstenes Torres corrió la misma suerte, también acusado de corrupción.

Estevao, empresario y banquero de 62 años, es dueño de un conglomerado de empresas de construcción con actividad sobre todo en Brasilia.

La decisión de que reintegre el dinero que, según la justicia, se apropió en forma indebida, se conoce en momentos en que el Tribunal Supremo juzga a 37 acusados de un escándalo de corruptelas que fue denunciado en 2005, durante el primer mandato del entonces jefe de Estado Luiz Inácio Lula da Silva.

El proceso, que en Brasil es conocido como el "juicio del siglo", se refiere a una supuesta red de financiación ilegal de campañas y sobornos a diputados e incluye entre los acusados a tres exministros del Gobierno que Lula presidió entre 2003 y 2007.