La presencia de extranjeros combatiendo en Siria, entre ellos militantes yihadistas, ha sido confirmada por la Comisión Independiente de Investigación auspiciada por la ONU que ha documentado las violaciones de los derechos humanos cometidas en el país en los últimos 18 meses.

"La comisión confirmó la presencia creciente de elementos extranjeros, incluyendo militantes yihadistas, en Siria. Algunos se unen a las fuerzas antigubernamentales mientras que otros establecen sus propios grupos para actuar de forma independiente", anunció hoy ante el Consejo de Derechos Humanos el presidente de la comisión, el brasileño Paulo Sergio Pinheiro.

La comisión ha podido comprobar que la presencia de "estos elementos está llevando a los combatientes antigubernamentales a asumir posiciones mucho más radicales", agregó el presidente, que hoy realizó una actualización del informe que presentó el pasado 15 de agosto.

Las investigaciones de la comisión -que no tiene acceso al territorio sirio y cuyas conclusiones derivan de las más de un millar de entrevistas que han realizado a funcionarios desertores y refugiados en países vecinos- alcanzan hasta finales de agosto.

Pinheiro expresó su preocupación por el "aumento dramático" de las tensiones sectarias, particularmente en las provincias de Latakia e Idilib.

"Secuestros y asesinatos acontecen entre suníes por un lado y chiíes y alauís por el otro. Otros grupos minoritarios, como cristianos y drusos están organizando sus propios grupos de autodefensa porque sus comunidades se sienten amenazadas por la creciente violencia sectaria".

Pinheiro afirmó que la situación "se ha deteriorado hasta un grado tal que es muy difícil describirla de manera justa en sólo unas palabras".

"Las graves violaciones de derechos humanos han crecido en número, ritmo y escala. La frecuencia con la que estas violaciones ocurren impide a la comisión investigarlas. Los civiles, muchos de ellos niños, están sufriendo especialmente la espiral de violencia".

El jurista brasileño hizo hincapié en el sufrimiento de los civiles, que no sólo se encuentran entre fuego cruzado, sino que son objetivo específico de las fuerzas de seguridad.

"Los bombardeos intensos que llevan a cabo las fuerzas gubernamentales ya no son un preludio para ataques por tierra, sino que muchas ciudades están padeciendo bombardeos constantes".

Pinheiro citó los casos de Homs e Idlib, y recordó que el 60 % de los sirios que han buscado refugio en Turquía provenían de esta segunda ciudad.

Violaciones de derechos

El informe recrimina a los grupos de oposición no vestirse de forma distintiva para diferenciarse de los civiles, contar entre sus filas con menores de 18 años y no aplicar las normas de la guerra para evitar el sufrimiento de aquellos no combatientes.

El presidente de la comisión acusó tanto a las fuerzas gubernamentales -incluyendo las crueles milicias conocidas como Shabbiha- como a los grupos de la oposición de graves violaciones de derechos fundamentales.

Aunque matizó que "está claro que los crímenes y abusos cometidos por los grupos armados antigubernamentales, si bien son serios, no alcanzan la gravedad, frecuencia y escala de aquellos cometidos por las fuerzas gubernamentales y por los Shabbiha".

A las fuerzas gubernamentales la comisión les acusa de crímenes contra la humanidad y de crímenes de guerra, y a los grupos de oposición de graves crímenes de guerra, por los que todos "deben responder ante la justicia".

En este sentido, el jurista brasileño afirmó que la comisión ha realizado una segunda lista de individuos responsables de violaciones de los derechos humanos que ha sido entregada a la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay.

Pinheiro defendió no hacer pública dicha lista para preservar la presunción de inocencia de los incluidos en ella, por la ausencia de un mecanismo de asunción de responsabilidades donde los acusados puedan defenderse, y por los métodos de investigación llevados a cabo, que no responden a los niveles que se precisan en un juicio justo.

Tras el relato de Pinheiro estaba previsto que se expresara la delegación siria como país implicado, algo que no ocurrió porque ningún miembro de la delegación diplomática de ese país se encontraba en la sala.