El Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó hoy por 41 votos a favor, 3 en contra (China, Rusia y Cuba) y 3 abstenciones (India, Filipinas y Uganda) renovar el mandato de la Comisión de Investigación Independiente establecida para investigar las violaciones a los derechos humanos cometidas en Siria.

La resolución "condena en los términos más severos el número creciente de masacres en Siria" y por ello pide que se "extienda" el mandato de la comisión, que continúe documentando las "graves violaciones a los derechos humanos" y que presente un informe actualizado de la situación en la próxima sesión del Consejo.

La comisión, presidida por el jurista brasileño Paulo Sergio Pinheiro, fue establecida por el Consejo hace exactamente un año, por lo que su mandato expiraba, y cabía al organismo que la creó decidir sobre su continuidad.

El texto -el octavo votado por el Consejo- fue presentado por Marruecos, Catar, Jordania, Libia, Arabia Saudí, Túnez y Kuwait, y obtuvo el apoyo de 69 países (en el Consejo sólo participan 47).

El embajador de Siria ante la ONU en Ginebra, Faysal Khabbaz Hamoui, rechazó el texto argumentando que "no traduce la realidad sobre el terreno y que en algunos párrafos roza la ficción, como el caso de la matanza de Houla, condenada claramente por el Gobierno sirio".

La resolución condena dicha matanza -en la que murieron centenares de civiles- y recuerda que la comisión de investigación comprobó que las milicias de las Shabbiha, controladas por el Ejército, fueron las responsables.

"Es increíble que la comisión haya llegado a esa conclusión cuando ni tan siquiera han estado en Siria para comprobarlo", recriminó Hamoui, obviando en su discurso que la comisión no tiene autorización del régimen para entrar en territorio sirio y deben contentarse con entrevistar personal o telefónicamente a testigos.

Precisamente, la resolución reitera una vez más la petición al régimen de Bachar al Asad de que colabore con la comisión y le permita ingresar a territorio sirio para investigar de primera mano lo que está ocurriendo.

El embajador sirio también lamentó que la resolución no haga más hincapié en denunciar las masacres cometidas por "las mafias" que integran los grupos de a oposición, y acusó a los países árabes que presentaron la resolución de querer convertir a Siria en un nuevo "emirato islamista a sus órdenes".

En el texto "se decide" enviar todos los informes redactados por la comisión al secretario general de la ONU, Ban Ki-mon, para que "tome las medidas necesarias", lo que implica trasladarlos al Consejo de Seguridad para que éste, eventualmente, decida solicitar al Tribunal Penal Internacional que investigue las violaciones a los derechos fundamentales.

Precisamente, uno de los párrafos más extensos de la resolución solicita que los crímenes recabados por la comisión sean investigados y sus autores perseguidos y juzgados para que haya un proceso justo de asunción de responsabilidades y de reparación de las víctimas.

La justicia internacional tiene "el potencial" para investigar y juzgar todas las alegaciones de violaciones a los derechos humanos, incluidos los crímenes de guerra, y los crímenes contra la humanidad, agrega.

Las fuerzas del régimen están acusadas de haber cometido ambos y los grupos armados de la oposición, crímenes de guerra.

Además, pide al Gobierno sirio que libere a todos los detenidos y solicita a las autoridades que permitan el acceso total y sin restricciones de las agencias humanitarias al país.

Por último, requiere ayuda financiera a todos los Estados para poder asistir a los casi 300.000 sirios que viven refugiados en los países vecinos.