"El pueblo palestino y su resistencia se están defendiendo empleando todas las armas a su alcance. Estamos tan orgullosos de nuestra determinación y resistencia, que serán las que ganen la batalla al final", reza el comunicado.

Según fuentes oficiales palestinas, entre los blancos atacados en las últimas horas se encuentran la sede del Gobierno de Hamás en Gaza, el estadio Palestina y un centro de deporte y juventud adscrito al Ministerio de Deporte, así como el complejo central de la Policía de Hamás en Gaza y otras comisarías.

La población trata de mantenerse lejos de las instituciones oficiales, incluso de las ya bombardeadas, porque algunos de ellas han sido atacados en múltiples ocasiones por los aviones israelíes.

Estos también alcanzaron hoy dos viviendas pertenecientes a destacados funcionarios del Ejecutivo de Hamás: una en el campo de refugiados de Yabalia, al norte, y otra en la capital de la franja.

De acuerdo al parte diario del Ejército israelí, entre los últimos objetivos de la aviación estuvieron edificios gubernamentales, escuadrones de lanzadores de cohetes, el Ministerio del Interior de Hamás, una comisaría de Policía, una instalación de entrenamiento del movimiento islamista, túneles de contrabando, centros de almacenamiento de armas y cohetes de medio-alcance.

Desde el inicio de su ofensiva, Israel ha atacado aproximadamente 950 objetivos en la franja, dijo a Efe una portavoz militar.

Las milicias de Gaza han disparado por su parte más de 760 cohetes, de los que 489 hicieron impacto, unos 250 fueron interceptados en vuelo y el resto estallaron en el lanzamiento o cayeron en la propia franja, según datos del Ejército israelí.

El número de muertos israelíes en los últimos cuatro días asciende a tres civiles y los heridos a unos veinte.

En la hacinada capital de la banda mediterránea, los vecinos hacían hoy cola en tiendas y gasolineras para hacer acopio de víveres y combustible en previsión de que Israel pueda iniciar una incursión terrestre en el territorio, tras haber autorizado el Gobierno israelí el alistamiento de hasta 75.000 reservistas.

La invasión está aparentemente a la espera de que prosperen los esfuerzos internacionales por parte de Estados Unidos y varios países europeos, que presionan a El Cairo para que convenza a Hamás de poner fin al disparo de cohetes, en tanto que ellos convencerían a Israel de detener los bombardeos.