La canciller alemana, Angela Merkel, y su rival socialdemócrata, Peer Steinbrueck, mantuvieron anoche el primer y único debate televisivo de cara a las elecciones del próximo 22 de septiembre en el que ambos discutieron sobre el euro, política fiscal y los programas de espionaje estadounidenses y del que no salió un ganador claro.

El debate, que contó con unos quince millones de telespectadores, era una de las últimas opciones de Steinbrueck de frenar a Merkel, a la que todos los sondeos dan como clara vencedora de los próximos comicios, en los que optará a un tercer mandato.

El candidato del SPD acusó a la canciller conservadora de aplastar a los países del sur de Europa con la austeridad, de no gestionar adecuadamente el abandono de la energía nuclear en el país y de hacer la vista gorda a un aumento de los empleos con salarios bajos. "Durante cuatro días hemos visto un parón. Quiero cambiar esto", ha afirmado Steinbrueck.

Merkel, de 59 años, ha defendido que los planes del SPD de subir los impuestos pondrían en peligro la prosperidad del país y ha subrayado que el partido de Steinbrueck ha apoyado su política respecto al euro durante toda la crisis. "Usted votó a favor de todo", ha recordado a su rival, sonriente.

Vestidos de negro, ambos candidatos aparecieron relajados, no cometieron ningún desliz obvio y mostraron un aparente control de los temas. Merkel se dirigió en varias ocasiones directamente a su rival, mientras que Steinbrueck miró hacia los cuatro periodistas que formulaban las cuestiones.

Sin ganador claro

Un sondeo realizado por Infratest Dimap tras el debate dio una ligera ventaja a Steinbrueck, con el 49 por ciento que le daba ganador, frente al 44 por ciento de respaldo para Merkel. Sin embargo, una encuesta realizada por Forsa situa a la canciller un punto por encima respecto a su rival, con el 44 y el 43 por ciento respectivamente.

Steinmeier, un exministro de Finanzas de 66 años, es conocido por su agudeza pero también por su tono de sabelotodo, que le hace parecer arrogante. Su reto en este debate era criticar las políticas de Merkel sin parecer demasiado agresivo y aparentemente lo consiguió en gran medida.

Steinbrueck puede haber ganado unos pocos puntos", ha opinado el politólogo Juergen Falter. "La cuestión es si es suficiente para movilizar a los votantes y que respalden al SPD", ha añadido.

Situación en Europa

Algunos de los momentos álgidos de la noche los ha protagonizado Europa, un tema que no ha ocupado demasiado espacio en la campaña electoral hasta que el mes pasado surgió el debate sobre un posible tercer rescate a Grecia tras los comicios germanos.

Steinbrueck ha tachado de "fracaso" la política de Merkel respecto a Europa debido a la continuada recesión y a las altas tasas de paro en los países del sur de la zona euro, que han tenido que emprender duras medidas de austeridad a cambio de rescates.

"Yo hubiera seguido una estrategia de crisis diferente. Por supuesto, debe haber consolidación presupuestaria en estos países, pero no una dosis mortal", ha defendido Steinbrueck. "Alemania también consiguió ayuda una vez y no debemos olvidar eso", ha añadido. "Alemania fue ayudada tras la Segunda Guerra Mundial con el Plan Marshall", ha recordado.

Por su parte, Merkel ha replicado que fue con el canciller del SPD Gerhard Schroeder cuando se permitió a Grecia entrar en el euro. "Como canciller tengo una responsabilidad de garantizar que la presión para las reformas en Grecia no remite", ha afirmado. "Podría haber un nuevo paquete griego pero nadie sabe lo grande que será", ha añadido.