El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo hoy que es responsabilidad de otros determinar quien usó armas químicas en el ataque del 21 de agosto en Siria, mientras que Estados Unidos, Francia y Reino Unido advirtieron de que sólo el régimen de Bachar Al Asad pudo emplearlas.

"El equipo del doctor Ake Sellstrom ha podido determinar de manera objetiva que se usó gas sarín. Ahora son otros los que tienen que decir quién las usó y determinar responsabilidades", dijo Ban ante la prensa tras reunirse con el Consejo de Seguridad.

Ban indicó que se trata de un "crimen de guerra" que "no puede quedar impune" y añadió que cómo y cuándo depurar responsabilidades está siendo discutido en estos momentos por el Consejo de Seguridad.

En este sentido, el presidente de turno del Consejo, el embajador australiano Gary Quinlan, dijo que ahora el máximo órgano de decisión de Naciones Unidas está debatiendo en este momento una propuesta de resolución sobre Siria.

Por su parte, los representantes de Estados Unidos, Reino Unido y Francia dijeron que sólo el régimen de Bachar Al Asad pudo estar detrás del ataque a pesar de que el informe del doctor Sellstrom no menciona en concreto quién fue responsable.

"El mandato de la misión no era investigar quién empleó las armas químicas, pero los detalles técnicos del informe dejan claro que solo el régimen sirio pudo lanzar ese ataque", dijo ante la prensa la embajadora estadounidense ante la ONU, Samantha Power.

La embajadora, que recordó el informe preliminar de los servicios de inteligencia de EE.UU., destacó que las armas utilizadas en ese ataque eran "profesionales" y subrayó que la calidad de ese gas sarín es "más alta" que el usado por Sadam Husein en 1988.

Así, Power indicó que mientras hay constancia "en miles de vídeos" de otros ataques de que las autoridades sirias tienen gas sarín, "no hay pruebas" de que la oposición disponga de ese tipo de gas contaminante.

Preguntado por el borrador que está debatiendo ahora el Consejo de Seguridad, el representante de Francia dijo que su país es partidario de aprobar una resolución que haga mención al Capítulo 7 de la Carta de Naciones Unidas que permite una intervención militar.

Mientras, el embajador británico ante la ONU, Mark Lyall Grant, coincidió con sus colegas de EE.UU. y Francia en que el informe de los inspectores de Naciones Unidas "no deja dudas" de que detrás del ataque están las fuerzas del régimen.

Sobre las negociaciones en el Consejo, Lyall Grant indicó que ahora hay que esperar a la Organización para la Destrucción de Armas Químicas (OPAQ) y la Organización Mundial de la Salud antes de someter a votación una resolución.

Por su parte, el embajador ruso, Vitaly Churkin, consideró que sus colegas occidentales se "precipitan" al adjudicar el ataque al régimen de Al Asad porque "todavía no han tenido tiempo ni de leer el informe".

"Hay todavía muchas preguntas que tienen que ser analizadas de forma seria y profesional", dijo el embajador ruso, quien indicó que mientras el gobierno sirio denunció que ese día murieron varios de sus militares, la oposición no ha reportado víctimas.