La milicia radical islámica Al Shabab aseguró hoy que un total de 137 rehenes han perdido la vida durante su asalto al centro comercial Westgate en Nairobi.

"Tras fracasar en vencer a los muyahidín, dentro del centro comercial, el Gobierno keniano diseminó gases químicos para finalizar con el asedio", informaron los fundamentalistas a través de su cuenta de Twitter.

Al Shabab responsabiliza al presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, y a su Gobierno de lo ocurrido en Westgate y de las vidas de 137 personas que fueron retenidas por los muyahidín", aseveraron.

Los radicales islámicos avisaron de que al demoler el edificio comercial, el Ejecutivo de Kenia "enterró todas las pruebas y los rehenes bajo los escombros".

Al Shabab sostiene que las fuerzas de seguridad kenianas lanzaron proyectiles con armas químicas dentro del recinto comercial. Esta acción habría provocado la muerte de todos los rehenes retenidos por el grupo terrorista, según dijeron.

Por su parte, la ciudad de Nairobi inicia hoy el primero de los tres días de luto oficial por las víctimas del asalto al centro comercial Westgate por la milicia radical islámica somalí Al Shabab.

Concluida la operación, "la prioridad es la inmediata recuperación de los cadáveres", para lo cual Kenia cuenta con la colaboración de expertos forenses de Israel, Estados Unidos y Reino Unido, informó el jefe del Servicio Público de Kenia, Francis Kimemia, a través de Twitter.

Una detención

Un ciudadano británico ha sido detenido en Nairobi en relación con el asalto efectuado por el grupo islamista somalí Al Shabaab en el centro comercial Westgate, que ha concluido con la muerte de al menos 72 personas, incluidos cinco de los terroristas, según han informado este miércoles fuentes policiales kenianas y el Ministerio británico de Exteriores.

Una unidad antiterrorista de la Policía keniana ha informado a Reuters de que un ciudadano británico de origen somalí ha sido detenido después de perder un vuelo en el aeropuerto Jomo Kenyatta de Nairobi y ha precisado, sin más detalles, que está siendo interrogado.

De acuerdo con el diario 'Daily Mail', el detenido es un británico de 35 años de origen somalí que había intentado salir de Kenia en un avión de la compañía Turkish Airlines.

Un portavoz del Foreign Office no ha querido aportar detalles y se ha limitado a explicar que las autoridades británicas han sido informadas de la detención de un conciudadano en la capital de Kenia y están dispuestas a suministrarle la debida asistencia consular.

Según el 'Daily Mail', el hombre había atraído la atención en el aeropuerto porque mostraba contusiones en la cara, llevaba gafas oscuras y se comportaba de forma sospechosa. El hombre, según el rotativo, ha explicado durante el interrogatorio que las heridas en la cara se las había producido durante una reciente visita a Somalia.

Las autoridades kenianas han informado al diario de que el pasaporte del hombre parecía auténtico e incluía un visado de Kenia, pero no tenía ningún sello que indicara cuándo y cómo había entrado en el país.