El mandatario ruso, Vladímir Putin, aseguró hoy que las multitudinarias manifestaciones de la oposición ucraniana en Kiev para exigir la dimisión de su presidente, Víctor Yanukóvich, no son una revolución, sino un pogromo.

Putin cree que las acciones de protesta, motivadas según la oposición por la renuncia de Yanukóvich a firmar un Acuerdo de Asociación con la Unión Europea, "tienen poco que ver con las relaciones entre Ucrania y la UE", y obedecen a intereses de quienes "quieren agitar los procesos políticos internos".

"Se trata de una acción bien planeada de antemano", que se había preparado con vistas a las elecciones presidenciales de 2015, dijo Putin en un rueda de prensa celebrada en Ereván al término de una reunión con su homólogo armenio, Serge Sargsián.

El líder del Kremlin manifestó su esperanza de que "la situación en Kiev se estabilice" y recalcó que "Rusia apoyará cualquier elección de Ucrania, sea cual sea".

Éstas fueron las primeras declaraciones de Putin sobre Ucrania después de la cumbre de la Asociación Oriental, celebrada el pasado viernes en Vilna, en la que Yanukóvich rechazó firmar el Acuerdo de Asociación con los Veintiocho.

Dos días antes de la cumbre en la capital lituana, cuando Yanukóvich ya había anunciado que no firmaría el documento, Rusia acusó a la Unión Europea de instigar las protestas opositoras en Ucrania, que ya habían empezado aunque en menor grado que las actuales.

Cerca de 200 personas resultaron heridas ayer en violentos enfrentamientos entre policía y manifestantes en Kiev, donde entre 150.000 y medio millón de personas, según distintas fuentes, salieron a la calle para exigir la dimisión de Yanukóvich y del Gobierno dirigido por el primer ministro, Nikolái Azárov.