Tener que bajarse y empujar el coche es una situación por la que mucha gente ha tenido que pasar a lo largo de su vida, lo que ya no es tan común es que el pasaje de un avión comercial tenga que desembarcar de la aeronave y empujar para poder despegar.

Eso es precisamente lo que les pasó a los pasajeros de un avión operado por Katekavia, una subsidiaria de la aerolínea Utair, una de las más grandes de Rusia, en el aeropuerto de Igarka en la lejana región de Krasnoyarsk.

Fuentes citadas por el sitio web Life News han señalado que el sistema de frenado de la aeronave se había congelado, con temperaturas inferiores a los 53 grados bajo cero. El remolcador del aeropuerto no podía tirar del avión, por lo que los pasajeros se ofrecieron a hacerlo.

El avión en cuestión era un modelo Tupolev 134, con capacidad para transportar a 74 pasajeros. Finalmente pudo despegar y llegó a su destino sin mayores problemas.

La oficina del fiscal local ha señalado a la agencia Interfax, en declaraciones recogidas por el diario 'The Guardian', que se ha abierto una investigación sobre el caso.

"Empujaron el avión como si fuera un coche estropeado, lo que está categóricamente prohibido, ya que podrían haber estropeado el exterior del avión, por ejemplo", han señalado las mismas fuentes."