La playa de Piedade, en el estado brasileño de Recife, fue el escenario de una gigantesca tromba de agua que sorprendió a los bañistas que estaban en esos momentos en la cala.

Ante la llegada del torbellino, los bañistas retroceden corriendo. La fuerza del viento es tal que las hojas de las palmeras son sacudidas con gran violencia. Por fortuna, ninguno de los bañistas resultó herido, aunque el susto fue tremendo.

Las trombas de mar, también conocidas como mangas de agua, tienen forma de tornados que se constituyen sobre la superficie del agua. Por lo general, se conectan a una nube y pueden rebasar velocidades de hasta 130 km/h.