El presidente de Cuba, Raúl Castro, ha eximido al mandatario de EEUU, Barack Obama, de la responsabilidad de la política desarrollada por los "10 presidentes" predecesores contra isla.

El presidente cubano calificó a Obama de "honesto" y le pidió disculpas expresamente por su emotividad en "defensa de la revolución".

La primera intervención del presidente de Cuba, Raúl Castro, en una Cumbre de las Américas, provocó una ovación en la sala donde se celebra la reunión hemisférica y copó la atención de centenares de periodistas en la sala de prensa instalada en el Centro de Convenciones Atlapa.

"Ya era hora de yo hablara aquí a nombre de Cuba", dijo el mandatario cubano, quien el viernes protagonizó junto al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, un momento histórico cuando se estrecharon la mano en el marco de la inauguración de la VII Cumbre de las Américas.

El anuncio del gobernante anfitrión, Juan Carlos Varela, de la intervención de Castro, inmediatamente después de las palabras del presidente de Estados Unidos arrancó un sonoro y largo aplauso de los jefes de Estado y delegaciones oficiales.

En la sala de prensa, los informadores se agolparon frente a la pantalla gigante para seguir atentamente el discurso del líder cubano, quien arrancó carcajadas de toda su audiencia cuando confesó que le supuso "un gran esfuerzo" limitar su histórico discurso ante el hemisferio a los 8 minutos establecidos por el protocolo.

"Y como deben seis cumbres que excluyeron, 6 por 8: 48" minutos tocaría hablar, comentó, jocoso, el presidente de Cuba.

Castro finalmente habló poco más de 40 minutos, ante lo cual el presidente anfitrión pidió al resto de sus colegas intentar, en la medida de lo posible, abreviar sus intervenciones.

Varela agradeció las palabras de Castro, surgidas "desde el corazón", y justificó que por "razones de justicia histórica" mereció hablar casi seis veces más de lo estipulado por la organización.