El presidente estadounidense, Barack Obama, presentó su propuesta presupuestaria para el año fiscal 2017 por valor de 4 billones de dólares, con especial énfasis en el combate al cambio climático, la inversión en infraestructuras y la lucha contra amenaza terrorista.

En su última propuesta antes de que deje la Casa Blanca en enero próximo, Obama dibujó un panorama económico de sólido crecimiento, que situó en el 2,6 % en este año y en 2017, y con unos déficit fiscales que se prevé queden por debajo de 2,5 % de ahora hasta 2020.

"El plan rebaja los déficit y mantiene los progresos fiscales a través de ahorros inteligentes en el sistema de salud, migratorio y la reforma impositiva", dijo el mandatario en el documento.

Entre las novedades figura una partida adicional de 19.000 millones de dólares para reforzar la ciberseguridad y el ya adelantado impuesto de 10 dólares al barril de petróleo para financiar diversos proyectos de energías limpias e inversión en infraestructuras en EE.UU.

Al presentar el plan en una teleconferencia, altos cargos de la Administración estadounidense rechazaron la idea de que el último presupuesto del presidente sea "irrelevante".

Subrayaron, por contra, la "ambiciosa" agenda que busca ahondar en los logros económicos, especialmente en materias de reducción del desempleo y ampliación de cobertura sanitaria para 18 millones de estadounidenses.

No obstante, lo cierto es que se trata de un documento de casi exclusivo carácter político, ya que los líderes del Congreso, controlado en ambas cámaras por la oposición republicana, han mostrado su oposición a muchas de las propuestas que se han ido conociendo en las últimas semanas.

El año fiscal 2017 comienza el 1 de octubre de este año.