Donald Trump sigue intentando, a la desesperada, lavar su imagen de cara a las elecciones del próximo ocho de noviembre. Desde que hace sólo unos días viera la luz el vídeo más polémico y machista de su campaña, el candidato republicano se ha defendido como ha podido de los ataques de los demócratas y de la población estadounidense en general.

El último intento se ha vivido en Green Bay, Winsconsin. En un momento de su discurso, Donald Trump comenzó a llamar "guapa" a una niña del público en varias ocasiones. "¡Qué gran trabajo! ¡Qué guapa eres!", comentó el magnate a la niña y a sus padres.

Donald Trump invitó a la niña al escenario para cogerla en brazos, momento en el que la cara de la menor dejó entrever que no le hacía mucha gracia la situación.

Por si fuera poco, el candidato republicano intentó dar un beso a la niña en dos ocasiones, la cual reaccionó retirando su cara con gesto de disgusto.