Ya en la recta final de la campaña presidencial de Estados Unidos, el aspirante republicano, Donald Trump, se centró en atacar la reforma sanitaria del presidente, Barack Obama, mientras que su rival demócrata, Hillary Clinton, arremetió contra la misoginia del magnate.

Desde Valley Forge, en el estado de Pensilvania, Trump ofreció un mitin centrado en denunciar los fallos de esa reforma, conocida popularmente como Obamacare, y en compañía de su compañero de fórmula, el gobernador Mike Pence, a falta de una semana para las elecciones presidenciales y legislativas.

"Cuando ganemos el 8 de noviembre y elijamos un Congreso republicano, vamos a poder derogar y reemplazar de inmediato Obamacare", prometió Trump.

Si esa reforma no es eliminada, el sistema estadounidense de salud quedará "destruido para siempre", advirtió el magnate.

La semana pasada se conocieron nuevos datos del Gobierno de Obama que pronostican un aumento medio del 25 % el año que viene en las primas de los seguros de salud más populares creados por la reforma sanitaria de 2010.

Según el Gobierno, esa subida no será tan devastadora, porque más del 80 % de los consumidores podrán acogerse a subsidios para adquirir los seguros, sin embargo los republicanos, y especialmente Trump, han aprovechado la noticia para cargar las tintas en el sprint final de la campaña.

Muchos expertos advierten desde hace tiempo de que la oferta en los mercados de salud de Obamacare está disminuyendo y, además, la cantidad de personas que ha contratado uno de esos seguros es menor de la esperada, con 10,4 millones de personas suscritas este año frente a los 22 millones que la Oficina de Presupuestos del Congreso había pronosticado en 2014 para 2016.

El gobernador Pence antecedió a Trump en el mitin y recordó que hoy precisamente comienza un nuevo ciclo de inscripción en los mercados de seguros de la reforma, donde "una vez más millones de estadounidenses van a verse decepcionados por la falta de opciones y escandalizados por las altas primas".

"El argumento para su derogación nunca ha sido más fuerte", enfatizó Pence sobre la reforma.

El gobernador de Indiana cuestionó de qué sirve un plan de atención médica "si no puedes permitirte el lujo de usarlo" y detalló que "un cincuenta por ciento" de los usuarios de Obamacare "se están saltando visitas médicas para reducir costos".

La fórmula Trump-Pence contó hoy con un voto más de cara al ocho de noviembre gracias al apoyo del presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, quien dijo haber hecho uso del voto adelantado en favor del magnate pese a haberse negado a acompañarle durante la campaña.

Sin embargo, el gobernador por Ohio, el republicano John Kasich, expresó su desacuerdo con las posturas del multimillonario y escribió en su papeleta el nombre del senador por Arizona y exaspirante presidencial en 2008, John McCain.

Por su parte, Hillary Clinton, volvió a Florida, donde está centrando su campaña en los últimos días ante lo apretado de las encuestas, para arremeter contra las posturas misóginas de Trump, en un discurso en el que fue presentada por la ex Miss Universo Alicia Machado, quien denunció el acoso del multimillonario al frente de ese concurso.

Clinton insistió en que su rival "ha insultado a la mitad del país" para "infundirles miedo" y pidió su voto para derrotar el próximo día 8 al empresario inmobiliario.

La ex secretaria de Estado, que centró su mitin en las mujeres y niñas, dijo que Trump lleva años "degradando, insultando y asaltándolas" y que las ve "como seres humanos incompletos".

La ex primera dama, quien dijo que ella, como madre, conocía el esfuerzo de los padres para hacer que sus hijos crean en sí mismos, aseguró que no deben dejar que "nadie les quite esa confianza".

"Las llama feas, desagradables..." y a Machado le dijo que era una "aseadora" porque es latina, recordó Clinton, quien llamó al público a reflexionar sobre lo "absurdo" que resulta el "maltrato" que Trump da a la gente.

"Yo les digo, él es un intimidador", respondió al rememorar en su discurso los insultos del candidatos contra hispanos, mujeres, prisioneros de guerra, jueces, musulmanes y hasta el mismo presidente Obama.

Precisamente, el mandatario viaja hoy a Ohio para apoyar a Clinton, algo a lo que dedicará casi todos los días que restan hasta la cita electoral del 8 de noviembre.