Donald Trump saborea el triunfo de las elecciones en privado y desde lo alto de su Trump Tower en Manhattan mientras Estados Unidos se pregunta qué tipo de presidente será el millonario, coronado entre la rabia de la clase trabajadora y la sorpresa de la elite política.

La transferencia de poderes entre el Gobierno de Barack Obama y el de Trump comenzará ya mismo, pues el millonario empezará a recibir los mismos resúmenes con información militar y de inteligencia que el presidente actual, según informaron fuentes del Departamento de Defensa. Hasta que asuma el poder el 20 de enero, Trump se reunirá con altos funcionarios del Gobierno actual en Nueva York y también en una gran oficina en Washington, abierta de manera provisional.

Mientras, miles de personas salieron a las calles de las principales ciudades del país para mostrar su rechazo a la decisión salida de las urnas. Una de las más multitudinarias -sino la que más- fue la de Nueva York, donde al menos 5.000 personas según la Policía se concentraron en la Torre Trump de Manhattan al grito de "no es mi presidente".

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Protestas en Nueva York contra Trump

Entre los posibles candidatos se encuentran miembros de su círculo más cercano, como el senador por Alabama, Jeff Sessions; el expresidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich; el exalcalde de Nueva York Rudolph Giuliani; y el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, según fuentes de la campaña de Trump, citadas por el diario The New York Times.

En su discurso para celebrar la victoria, Trump dejó atrás su retórica incendiaria, llamó a la unidad y pidió "cerrar las heridas de la división" tras una dura campaña electoral.

Sin embargo, la ansiedad es profunda entre hispanos, inmigrantes, musulmanes, mujeres y otros grupos que se han sentido atacados por Trump, quien durante la campaña prometió deportar a todos los indocumentados de EEUU y aseguró que bloqueará la entrada de musulmanes al país para combatir el terrorismo yihadista.

Sobre todo, según coinciden varios expertos, las elecciones han sido un debate sobre la identidad de Estados Unidos como nación. Con su campaña, Donald Trump ha puesto de relieve las tensiones de una sociedad en transición y el tira y afloja de un país dividido entre sus ciudadanos y sus políticos.

Raciales, urbanas o de edad: la victoria presidencial de Donald Trump en Estados Unidos ha revelado las múltiples placas tectónicas de un país profundamente dividido y que ha acabado rechazando la política tradicional y décadas de neoliberalismo económico.

Trump destrozó las previsiones movilizando un número récord de blancos a las urnas, desactivó el cortafuegos hispano de los demócratas al conquistar casi un tercio del voto latino para hacerse con Florida e ilusionó como nunca a Pensilvania, Ohio y Wisconsin para romper el "muro azul" del Medio Oeste que hacía confiar al equipo de Clinton en la victoria.

Donald Trump gana las elecciones en EEUU

Donald Trump gana las elecciones en EEUU

Donald Trump celebra su victoria electoral

Trump superó los 270 votos electorales necesarios para ganar los comicios en la madrugada del martes y acumula, por el momento, 289 de los 538 compromisarios del Colegio Electoral a la espera de que se oficialice el recuento en los estados de Michigan y Nuevo Hampshire, ya irrelevantes.

Clinton (con 228 votos electorales) solo puede presumir de haber vencido en Nevada y Colorado, porque casi pierde Virginia y no cumplió las expectativas que la ponían por delante en Carolina del Norte, Pensilvania o Michigan.

En casi lo único en que acertaron los analistas políticos, los medios de comunicación, los demógrafos y las encuestas fue en que el voto más fiel de Trump sería -como fue al final en la práctica- el del hombre blanco de media o baja formación y de zonas rurales y clase trabajadora.

Los observadores -y, una vez más, los sondeos- se equivocaron al predecir un giro hacia los demócratas de los blancos de raza blanca con formación superior y de mujeres blancas, que fue menor al esperado.

Los mayores márgenes de victoria para los demócratas coinciden de manera casi exclusiva con las grandes ciudades del país y se dibujan en las áreas de mayor densidad de población: desde Washington hasta Boston, en el este; Chicago (Illinois), en el Medio Oeste; Houston, en Texas; o en Montgomery (Alabama), en pleno corazón sureño.

El "Trump Country", el bastión del magnate republicano, recorría los valles de los Apalaches, desde Tennessee hasta Pensilvania, pero no se esperaba que se extendiera como un maremoto también por el Medio Oeste, tomando el llamado "Rust Belt", el cinturón industrial de Ohio, Indiana y Michigan.

Análisis: 'Resaca tras el gran vuelco electoral en EEUU', por Sergi Pitarch

Resaca tras el gran vuelco electoral en EEUU

Resaca tras el gran vuelco electoral en EEUU

Clinton asume la derrota

La candidata demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, reconoció ayer públicamente su derrota electoral y pidió dar al presidente electo, Donald Trump, una "oportunidad de liderar" el país tras su contundente victoria electoral. "Donald Trump va a ser nuestro presidente. Le debemos una mente abierta y una oportunidad de liderar", dijo Clinton en su primera aparición tras los comicios.

Un mensaje parecido transmitió también el todavía presidente norteamericano, Barack Obama, que deseó "éxito" en el nuevo liderazgo que asumirá Donald Trump al frente de la mayor potencia mundial, después de que el magnaste haya resultado vencedor en las elecciones presidenciales.

Hillary Clinton reconoció en su discurso, pronunciado ante miembros de su campaña y simpatizantes en un hotel de Nueva York, que los resultados no son los que esperaba, pero llamó a aceptarlos de forma pacífica y a colaborar con los republicanos.

"Anoche felicité a Donald Trump y me ofrecí a trabajar con él en nombre de nuestro país", dijo Clinton, que confió en que el magnate neoyorquino sea "un presidente exitoso para todos los estadounidenses" y pidió a los suyos aceptar el resultado y mirar hacia delante. "Hemos visto que nuestra nación está más dividida de lo que creíamos, pero yo todavía creo en Estados Unidos y siempre lo haré", apuntó.

Jaleada por decenas de seguidores y acompañada de su marido y su hija, Clinton reconoció que la derrota en los comicios es algo "muy doloroso y lo será por mucho tiempo".

Hillary Clinton: "Todavía creo en América"

Hillary Clinton: "Todavía creo en América"

Agradece el liderazgo de Obama

Por otra parte, Hillary Clinton agradeció el "liderazgo determinante" del presidente estadounidense, Barack Obama, y pidió a sus seguidores que sigan buscando "sus propios sueños" para luchar "por lo que es justo".

"Nuestro país tiene una enorme deuda" con el presidente Barack Obama, y con la primera dama, Michelle, afirmó Clinton en un su primer discurso tras confirmarse su derrota en las elecciones presidenciales del martes

La candidata presidencial demócrata fue derrotada por Donald Trump, aunque en el número de votos Hillary Clinton está superando al magnate neoyorquino.

En su discurso, Clinton, que estaba acompañada de su marido, el expresidente Bill Clinton, y de su hija Chelsea, tuvo palabras especiales por el apoyo que le prestó la familia, y también el de los seguidores que la han acompañado en la campaña.

Entre ellos Huma Abedin, una de sus principales asistentes, quien en las últimas semanas pudo perjudicar la campaña de Clinton por pesquisas del FBI en un ordenador que compartía con el excongresista Anthony Weiner, del que está en proceso de divorcio.

De hecho, cuando Abedin entró a la sala antes de que llegara Clinton, recibió un fuerte aplauso de los presentes, y ella misma acogió el gesto con emoción.

Clinton agradeció a todos los que han puesto "su corazón" en esta campaña y les recordó que lleva toda su vida luchando por lo que cree, con reveses y triunfos, y pidió que, como ella, nunca retrocedan en las ideas que defienden.

"Muchos de vosotros empezáis vuestra carrera política. Tendréis avances y tropiezos, pero, por favor, nunca paréis de creer en lo que es justo", afirmó. "Tenemos que mantener nuestra lucha ahora y el resto de nuestra vida", insistió.

El discurso de Obama

Por su parte, el presidente estadounidense, Barack Obama, ha deseado que su sucesor en la Casa Blanca, Donald Trump, tenga "éxito" en su propósito de "unir y liderar" al país, según dijo en su primera declaración sobre las elecciones de este martes.

Obama ha prometido que él y su administración trabajarán para que haya una "transición pacífica" al presidente electo, Donald Trump, como la que hubo cuando él llegó a la Casa Blanca y fue un republicano, George W. Bush, quien le cedió el testigo.

En una comparecencia junto al vicepresidente Joe Biden, ha indicado que habló a las 3:30 horas de este miércoles con Trump para felicitarle por su victoria e invitarle el jueves a la Casa Blanca. Según ha contado, se ha sentido "animado" por que Trump, igual que él y que Hillary Clinton, quiere "lo mejor" para Estados Unidos.

Obama: "Trabajaremos duro para una transición pacífica"

Obama: "Trabajaremos duro para una transición pacífica"

Obama ha resaltado el modo "profesional" en el que se produjo la transición de Bush a él en 2008 y ha pedido a los miembros de su Administración que hagan todo lo posible para que esta también lo sea. "La transición pacífica de poder es una de las señas de identidad de nuestro país y en unos meses se lo vamos a demostrar al mundo", ha afirmado.

El presidente ha reconocido que no es "ningún secreto" sus diferencias con Trump como también las tenía con Bush y ha incidido en que si algo aprendió tras llegar al cargo es que "la Presidencia está por encima de las personas".

Asimismo, ha defendido que su equipo debería sentirse "orgulloso" por lo que ha hecho en estos ocho años y porque ha dejado un país más fuerte y mejor que el que había antes.

Tras elogiar la trayectoria de Clinton, de la que se ha mostrado "orgulloso", Obama ha hecho especial hincapié en que en realidad "todos estamos en el mismo equipo, no somos ni republicanos ni demócratas primero, somos americanos primero".

En su opinión, "esto es lo necesita el país, un sentido de unidad, de inclusión, de respeto de las instituciones, de nuestro modo de vida, del estado de derecho y de respeto entre nosotros".

"Así es la política", ha proseguido Obama, y ha subrayado que a veces se gana y otras se pierde y él mismo ha perdido elecciones. "Cuando se pierde, se aprende de los errores, se reflexiona un poco, uno se lame las heridas y vuelve a la arena, sigue adelante y lo intenta con más fuerzas aún la próxima vez", ha afirmado.

"Muchos americanos están exultantes hoy, otros no tanto, pero esa es la naturaleza de la democracia", es duro y a veces no muy alentador, ha admitido, enviando un mensaje directo a los jóvenes que han votado por primera vez en estas elecciones y se sienten "decepcionados". Este malestar se ha puesto ya de manifiesto en protestas en varios puntos del país contra la victoria de Trump.

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