El Movimiento 5 Estrellas (M5S) se ha quedado fuera de la segunda vuelta en las principales ciudades italianas en las que se votó este domingo, lo que supone un revés a la formación de Beppe Grillo que el año pasado había conquistado Roma y Turín.

En estas elecciones municipales estaban llamados a votar unos 9 millones de italianos para renovar 1.004 ayuntamientos, incluidos los de Palermo, Génova, Catanzaro y L'Aquila, capitales regionales.

También se votó en 21 capitales de provincia: Alessandria, Asti, Belluno, Como, Cuneo, Frosinone, Gorizia, La Spezia, Lecce, Lodi, Lucca, Monza, Oristano, Padova, Parma, Piacenza, Pistoia, Rieti, Verona, Taranto e Trapani.

A excepción de Palermo, en ninguna de las ciudades más importantes en las que se votaba los candidatos superaron el 50 por ciento, por lo que se tendrá que celebrar una segunda vuelta, previsto para el 25 de junio.

La segunda vuelta se disputará exclusivamente entre las coaliciones de centroizquierda y centroderecha y en pocos casos alguna lista cívica, ya que el M5S ha quedado fuera con resultados peores de lo previsto, sobre todo en comparación con el triunfo en Roma y Turín de hace un año.

El único gran triunfo en estas administrativas es la confirmación en Palermo del actual alcalde y candidato del centroizquierda, Leoluca Orlando, que comenzará su quinto mandato al haber conseguido un 46 %, superando la barrera del 40 % para evitar el segundo turno que prevé la ley electoral siciliana.

En el M5S justifican los resultados al asegurar que son los únicos que han competido en solitario contra las grandes coaliciones, pero algunos analistas destacan que el partido de Beppe Grillo ha pagado sus continuas rencillas.

En Génova, la ciudad natal de Beppe Grillo, el M5S presentó un candidato oficial, Luca Pirondini, que ha obtenido el 18,1 %, pero también competían otros dos antiguos miembros expulsados del movimiento.

De esta manera irán a la segunda vuelta el candidato del centroderecha Marco Bucci, con el 38,7 % de los votos, y el del centroizquierda Giovanni Crivello, con 33,4 %.

Además del revés del M5S, estas elecciones también han desvelado que los grandes partidos tienen que presentarse en coaliciones si quieren ganar, lo que es significativo en vista de las generales previstas en febrero de 2018.

El Partido Demócrata (PD) de Matteo Renzi mantiene desde siempre su decisión de presentarse en solitario, mientras que los buenos resultados conseguidos en coalición podrían animar a los líderes de las derechistas Forza Italia, Liga Norte y Hermanos de Italia a dejar de lado sus diferencias y elegir un candidato común a nivel nacional.

Otro de los ejemplos de la gestión equivocada del M5S es Parma, la primera gran ciudad que conquistó hace cinco años la formación, cuyo actual alcalde, Federico Pizzarotti, también fue expulsado por el movimiento.

Pizzarotti ha obtenido el 34,7 % de los votos y disputará la segunda vuelta con el candidato del centroizquierda, Paolo Scarpa, que consiguió el 32,8 % de los consensos.

Mientras que el candidato del M5S, Daniele Ghirarduzzi, se quedó en el 3,2 %.

En Verona participarán en la segunda vuelta el candidato del centroderecha Federico Sboarina (29,3 %) y la representante de una serie de listas cívicas Patrizia Bisinella (23,62 %), apoyada por el exalcalde Flavio Tosi.

También habrá segunda vuelta entre los candidatos del centroizquierda y del centroderecha en la ciudad de L'Aquila y en Catanzaro.

Estas elecciones municipales han estado marcadas también por la poca afluencia a las urnas, que fue del 60,1 %, lo que supone un descenso respecto al 67 % de hace cinco años, aunque en esta ocasión se votó en dos días.