Las autoridades alemanas investigan si el atacante del supermercado de Hamburgo actuó movido por su radicalismo islámico o por trastornos psíquicos, en medio de la conmoción ante un ataque cometido por un refugiado pendiente de expulsión.

El autor del ataque, que causó un muerto y seis heridos, fue un palestino de 26 años, identificado solo como Ahmet Al H., nacido en los Emiratos Árabes Unidos, a quien se vigilaba como radical, aunque sin vínculos conocidos con el yihadismo, informó hoy el ministro de Interior del "Land", Andy Grote.

En el albergue al que le habían asignado las autoridades de inmigración, donde están acogidos 600 asilados, se le conocía como una persona de comportamiento complejo e inestable, con problemas de alcohol y drogas, prosiguió Grote.

No se establecido aún si actuó por motivos religiosos o islamistas, por trastornos psíquicos o por una "combinación" de estos factores, todos ellos conocidos, admitió el ministro..

"Este acto de violencia debe y va a ser aclarado", garantizó a través de un comunicado la canciller alemana, Angela Merkel, actualmente de vacaciones, pero en "permanente contacto" con su ministro del Interior, Thomas de Maizière, y el alcalde de Hamburgo, Olaf Schulz.

Por lo que se sabe hasta ahora, el agresor entró en Alemania por Dortmund (oeste) en 2015 tras haber recorrido varios países europeos -como Noruega, Suecia y España-; de ahí pasó a Hamburgo, donde en 2016 se le notificó que su solicitud había sido rechazada.

Desde entonces esperaba ser expulsado, pero la orden no se había podido hacer efectiva por no tener los papeles en regla.

En los últimos tiempos se habían observado en él "cambios", se le veía frecuentemente recitando el Corán y había empezado a vestirse a la usanza islámica.

El viernes, horas antes de irrumpir en el supermercado y robar de una estantería el cuchillo de 20 centímetros con el que cometió su ataque, había preguntado en inmigración cómo estaba su situación, ya que mientras no tuviera pasaporte no podía ser expulsado.

Tanto Grote como el fiscal Bernd Krüsser hicieron hincapié en que se le observaba como islamista y no como yihadista, que no había indicios de que tuviera contactos con esas redes, que todo apunta a que actuó solo y, también, que el hecho de ser palestino y sin pasaporte de una nación definida obstaculizó su expulsión.

El perfil del agresor y su situación recuerdan a los de los autores de dos atentados registrados hace ahora un año en Baviera, así como el del mercadillo navideño de Berlín del pasado diciembre, cometido por el tunecino Anis Amri y donde murieron doce personas.

También a Amri se le tenía bajo vigilancia policial como radical, traficó con drogas y se le identificaba como persona inestable, pero no se le expulsó por problemas burocráticos.

El atacante del cuchillo logró ser reducido a escasa distancia del supermercado por un grupo de ciudadanos que "con valentía y decisión", en palabras del ministro, salieron tras él y se le encararon en la calle.

Todo ocurrió en minutos, de acuerdo con el relato de una portavoz policial, según el cual el atacante entró en el supermercado a las 13.00 GMT, tal vez a comprar, pero poco después volvió a salir.

Se subió a un autobús, del que se bajó de inmediato, regresó al comercio y tomó de una estantería un largo cuchillo, al que le arrancó el envoltorio para atacar con él, sin mediar palabra, a un alemán de 50 años, que murió en el mismo local.

Luego arremetió contra otras seis personas, a las que dejó heridas de distinta consideración, y ya en la calle, se le encaró el grupo de ciudadanos que le lanzaron sillas y lograron reducirlo, hasta que poco después se personó la Policía.

Al lugar del ataque, un local de la cadena "Edeka" del barrio de Barmbeck, acudieron hoy ciudadanos a dejar flores y mensajes para las víctimas o de agradecimiento a esos ciudadanos, a los que Merkel asimismo expresó su gratitud por su "coraje cívico".

La zona quedó acordonada ayer durante horas por un fuerte operativo policial, en medio del clima de alarma que se vive en Alemania, donde rige la alerta terrorista de forma generalizada.

El diario "Bild" apuntó hoy que Hamburgo fue la ciudad donde se orquestaron los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra EEUU y que ahí vivió sin levantar sospechas su coordinador, Mohamed Atta.

Se estima que en la ciudad viven 320 radicales islámicos, prosigue ese medio, según el cual 70 musulmanes residentes ahí salieron en dirección a Siria o Irak para unirse a la yihad.