El anuncio de Donald Trump sobre reconocer Jerusalén como capital de Israel ha suscitado diferentes impresiones entre la comunidad israelí y palestina.

El presidente de Israel, Reuvén Rivlin, ha felicitado a su homólogo estadounidense, Donald Trump, por haber reconocido oficialmente a Jerusalén como capital de Israel y ha anunciado que dará instrucciones para trasladar a la ciudad la embajada norteamericana.

"Felicito al presidente Donald Trump por su anuncio (...). No hay un regalo más hermoso ni adecuado, cuando nos acercamos a los 70 años de la independencia del Estado de Israel", señaló Rivlin en un comunicado.

Añadió que la decisión de la Casa Blanca "es un logro en el reconocimiento del derecho del pueblo judío a nuestra tierra y un hito en nuestro camino para la paz".

En cuanto al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha valorado como "justa y valiente" la decisión. "Es un paso importante para la paz porque no hay paz que no incluya Jerusalén como capital del Estado de Israel", declaró Netanyahu en un comunicado difundido minutos después del discurso de Trump.

Por su parte, el movimiento islamista palestino Hamás ha asegurado que el reconocimiento por Estados Unidos de Jerusalén como capital de Israel "no cambia el estatus religioso, legal y administrativo" de la ciudad.

El jefe político de Hamás, Ismail Haniye,ha respondido así a la decisión del presidente de EEUU, Donald Trump, de reconocer ese cambio y que lo convierte en el primer país del mundo en dar este paso pese a que la comunidad internacional no reconoce la soberanía israelí en la parte oriental de Jerusalén, ocupada y anexionada, y los palestinos reclaman la zona este como capital de un futuro Estado.

Enfado del pueblo palestino

El presidente palestino, Mahmud Abás, ha expresado su rechazo a la decisión de Donald Trump y cree que viola "todas las resoluciones y acuerdos internacionales" con su decisión.

"En esta declaración ha elegido violar todas las resoluciones y acuerdos internacionales y bilaterales y contradecir el consenso internacional expresado por posiciones de varios países del mundo", dijo Abás sobre la nueva política de Washington en el conflicto palestino-israelí.

Por su parte, el movimiento islamista palestino Hamás ha asegurado que el reconocimiento por Estados Unidos de Jerusalén como capital de Israel "no cambia el estatus religioso, legal y administrativo" de la ciudad.

El jefe político de Hamás, Ismail Haniye, ha añadido que los palestinos "saben cómo responder adecuadamente a la desconsideración sobre sus sentimientos y santidades", sin dar más datos sobre posibles reacciones.

Otro líder del movimiento, Ezat Resheg, ha ido más lejos en sus declaraciones, consideró la decisión de Trump como una "agresión" contra el pueblo árabe, islámico y "el mundo libre", y dijo que "ni la Administración (norte)americana ni la ocupación (israelí) ni otros poderes son capaces de imponer un hecho consumado sobre la ciudad ocupada de Jerusalén". "Jerusalén permanecerá como capital eterna de Palestina, de árabes y de musulmanes", agregó en un comunicado.

Y ha advertido de que estos "serán días de ira de las masas de nuestro pueblo en Palestina" y en todo el mundo para rechazar y "condenar el crimen del reconocimiento por Washington como capital de la ocupación", al tiempo que defendía el "derecho" palestino a proteger los lugares santos.