Un tribunal australiano anunció la condena a doce meses de prisión para el exarzobispo de Adelaida Philip Wilson, hallado culpable el pasado mayo de encubrir casos de pederastia durante la década de 1970.

El fallo del magistrado Robert Stone, del tribunal de la ciudad de Newcastle implica que el exarzobispo, de 67 años, no podrá solicitar libertad condicional hasta que cumpla la mitad de la condena, según la cadena local ABC.

Fuentes judiciales no aclararon si entrará en prisión.

El juez se pronunciará en agosto sobre la solicitud de la defensa para que Wilson, el religioso de la iglesia católica del más alto rango en ser sentenciado un caso relacionado con la pederastia, cumpla su sentencia bajo arresto domiciliario, agregó la fuente.

El pasado mayo Wilson fue hallado culpable por no informar a la Policía de los abusos sexuales perpetrados por el fallecido sacerdote James Fletcher en la década de 1970 contra dos monaguillos.

Un día después de ser hallado culpable, Wilson se apartó de su cargo de arzobispo de la ciudad de Adelaida.

Durante el proceso, los representantes legales de Wilson argumentaron que informes médicos indican que el culpado padece diabetes, alzheimer y problemas de corazón para evitar la pena máxima a prisión por este delito, que es de dos años.

El caso contra Wilson se centró en el encubrimiento que este hizo de los abusos cometidos por Fletcher a dos monaguillos cuando el ahora exarzobispo era asistente del cura pederasta en la parroquia de East Maitland.

En 1976, ambas víctimas denunciaron a Wilson los abusos que sufrieron de Fletcher, quien fue sentenciado en diciembre de 2004 por nueve cargos de pederastia y murió en la cárcel 13 meses después.

Una comisión que investigó la respuesta institucional a la pederastia en Australia encontró que la Iglesia Católica, con fuerte arraigo en el país, recibió quejas de 4.500 personas por presuntos abusos de unos 1.880 hermanos y sacerdotes entre 1980 y 2015.

El Gobierno australiano tiene previsto en octubre pedir perdón en nombre del país a las víctimas de pederastia mientras se encontraban bajo el cuidado de las instituciones.

Asimismo el cardenal George Pell, "número tres" del Vaticano, afronta un juicio cuyos detalles no pueden ser divulgados hasta que concluya el proceso por orden judicial, pese a que ya se habían dado a conocer en la presentación de los cargos y en la fase de instrucción.