Alexandre Benalla, el exguardaespaldas de confianza del presidente francés, Emmanuel Macron, ha denunciado por medio de sus abogados el "uso mediático" que se está haciendo de su caso con el objetivo de dañar al que fuera su jefe.

"El señor Benalla está atónito por el uso mediático y político de su acción del 1 de mayo de 2018 contra dos alborotadores que agredían a policías", explican este lunes sus abogados en un comunicado enviado a la televisión TF1, en el que se quejan de que al atacar al antiguo responsable de seguridad del Elíseo "quieren dañar a la Presidencia".

Los letrados afirman que Benalla se encontraba en el lugar de los hechos durante las protestas del 1 de mayo pasado, invitado por la dirección de orden público de la Prefectura en tanto que observador.

Aunque su cliente no tenía intención de intervenir -agregan-, el comportamiento de dos individuos "particularmente virulentos" le pareció que "desbordaba las capacidades operativas de los policías".

Por eso, "tomó la iniciativa de reforzar el dispositivo y ayudó a reducir a esas personas" con "una acción vigorosa pero llevada a cabo sin violencia y sin causar heridos", señalan los abogados de Benalla, que está imputado por actos violentos, entre otros cargos.

Los dos individuos, un hombre y una mujer que según el diario 'Libération' hablaban en francés y en griego, fueron arrestados y no denunciaron a Benalla, aunque han mostrado en los últimos días su intención de declarar ante la justicia.

Los abogados afirman que Benalla actuó amparándose en el artículo 73 del procedimiento penal, que estipula que todo ciudadano debe asistir a la policía en caso de necesidad.

Recuerdan que su intervención "no tuvo ninguna consecuencia para las personas detenidas" e insisten en que la revelación del caso "sirve de forma manifiesta para dañar a la Presidencia en unas condiciones que no se pueden entender".

Hacen notar, además, que el guardaespaldas informó de su intervención y que ya fue sancionado por ello.