Las autoridades de Indonesia elevaron hoy a 168 el número de muertos en el terremoto de magnitud 6,9 que sacudió el domingo la isla de Lombok, donde miles de afectados aguardan alimentos, agua y refugios tras perder sus casas.

El portavoz de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres (BNPB), Sutopo Purwo Nugroho, dijo en rueda de prensa que otras 1.467 personas han tenido que ser hospitalizadas a causa de las heridas y elevó a 156.000 el número de desplazados.

La mayoría de las víctimas mortales se produjeron en el norte de Lombok, la zona más próxima al epicentro, donde numerosas casas y mezquitas se derrumbaron y los servicios de emergencia se esmeran en encontrar supervivientes o recuperar cadáveres.

Casi 350 españoles ya han salido del país

Alrededor de 340 españoles habrán abandonado este miércoles por avión la isla indonesia de Lombok, que el pasado domingo sufrió un terremoto de magnitud 7, según datos del Ministerio de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación facilitados a Europa Press.

En el aeropuerto de la isla sigue desplazado el encargado de la sección consular de la embajada de España en Yakarta para prestar asistencia a los españoles que la necesiten.

Exteriores ha actualizado sus recomendaciones de viaje y en ellas aconseja "sopesar seriamente el viajar a Lombok o a las cercanas islas Gili en los próximos días", dado que se trata de una zona de fuerte actividad sísmica que, además, carece de un sistema de alerta de riesgos eficaz.

A ello se suma el mal estado de la infraestructura tras el terremoto --el del domingo sucedió una semana después de otro seísmo de 6,8--. "La desinformación y la falta de capacidad de estas autoridades suponen un peligro añadido a las condiciones naturales propias del Sudeste Asiático", explica el Ministerio en su página web.

Exteriores también aconseja "extremada prudencia" en las comunicaciones marítimas que, dice, son muy vulnerables por la "falta de control" de las autoridades, lo que hace que los accidentes sean frecuentes.

En las islas de Flores, Sulawesi y Bali la situación ahora es normal, pero Exteriores aconseja tener en cuenta que toda la zona tiene actividad sísmica. De hecho, en Bali el volcán Agung está en erupción desde noviembre y el nivel de alerta no ha bajado de 3 (siendo el nivel 4 el máximo). Se ha establecido una zona de seguridad, de 4 kilómetros alrededor del volcán, a la que está prohibido acceder. Las emisiones de ceniza pueden originar perturbaciones en el tráfico aéreo.