La ONU pidió el martes a Rusia y Turquía evitar un "baño de sangre" en el último bastión rebelde de Idlib, cuando los aviones rusos reanudaron sus bombardeos tras una pausa de 22 días.

Staffan de Mistura, enviado de paz de la ONU para Siria pidió a los presidentes de Rusia y Turquía negociar de urgencia. Invito al "presidente Putin y al presidente Erdogan, (...) a llamarse por teléfono", aunque tengan previsto reunirse ambos con su homólogo iraní en Teherán el viernes.

"Intentemos evitar que la que puede ser la última gran batalla del conflicto territorial sirio... acabe en baño de sangre", pidió de Mistura ante los periodistas. Rusia y Turquía tienen "la clave para una solución incruenta en Idlib" aseguró.

Idlib es la última región siria que Damasco no controla. Un 60% de la provincia está dominada por Hayat Tahrir al Sham (HTS, formado por exmiembros de Al Qaida), y hay también múltiples milicias rebeldes.

Según la ONU, una ofensiva en Idlib podría hacer que 800.000 personas abandonen sus hogares. El conflicto en Siria, comenzado en 2011, ya ha dejado más de 350.000 muertos y millones de desplazados.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo que el ejército sirio "se alista a solucionar" el problema del "terrorismo" en la provincia de Idlib.

"Un nuevo foco de terrorismo se formó (...) y eso lleva a la desestabilización general de la situación", dijo a la prensa, a dos días de una cumbre ruso-turco-iraní sobre Siria en Irán.

Esta declaración ocurrió luego de que el presidente estadounidense Donald Trump advirtiera a Siria, Rusia e Irán que no lancen un ataque contra Idlib, pues ello dispararía una "tragedia humana".

"El presidente Bashar al-Asad no debe lanzar imprudentemente un ataque contra la provincia de Idlib. Los rusos y los iraníes estarían cometiendo un grave error humanitario si toman parte de esa potencial tragedia humana", tuiteó Trump. "Cientos de miles de personas morirían. ¡No permitan que ello ocurra!", agregó.

Muerte de civiles

La aviación rusa bombardeó el martes varias zonas de la provincia de Idlib, y causó la muerte de al menos trece civiles, entre ellos seis niños, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

En total, 24 regiones de Idlib se vieron afectadas por los ataques. Los cinco menores que fallecieron pertenecían a una misma familia, y también se contabilizaron diez heridos.

Por otro lado, Israel atacó este martes con misiles posiciones militares iraníes en Siria, indicó el OSDH. La agencia estatal SANA indicó que los sistemas de su defensa aérea derribaron varios misiles lanzados desde aviones israelíes.

El OSDH informó que los misiles impactaron Wadi al-Oyoun, en la central provincia de Hama, cerca de un centro de investigación científica que ya había sido atacado por Israel en julio y el año pasado.

También atacó posiciones iraníes en la región costera de Banias, en la provincia de Tartus, agregó el OSDH. "Hubo daños materiales", agregó.