Los equipos de rescate de Indonesia reanudaron este viernes la búsqueda de víctimas bajo los escombros en la zona de la isla de Célebes afectada por el terremoto y tsunami, que comienza a recuperar la normalidad al cumplirse una semana del desastre.

Las autoridades fijaron este viernes como plazo para encontrar supervivientes de la catástrofe que, según el último balance oficial, ha causado 1.424 muertos, más de 2.500 heridos y más de 70.000 desplazados, además de numerosos daños materiales.

En Palu, la capital provincial y una de las zonas más afectadas, la red eléctrica sigue dañada en un 60 por ciento, según indicó la compañía estatal de electricidad, que espera haber podido restablecer por completo el suministro el 14 de octubre.

Unas 800 personas pasaron la noche en el aeropuerto a la espera de poder salir de la ciudad, que ya cuenta con una numerosa presencia de personal de organizaciones humanitarias, y que comenzó a mostrar los primeros síntomas de normalidad con la apertura de algunos bancos.

Mientras, diversas organizaciones locales e internacionales se afanan para hacer llegar la ayuda y asistencia sanitaria a los miles de afectados, incluidas varias zonas como Labuan o Wani, al norte de Palu, a las que apenas han podido acceder.

La Cruz Roja prevé distribuir este viernes alimentos no perecederos en el municipio de Sigi, donde la organización colabora en la búsqueda de decenas de niños de un campamento religioso que quedaron sepultados por una avalancha de barro.

Un portavoz de la organización dijo a Efe que se han recuperado siete cuerpos más, lo que eleva a 41 el número de víctimas en el suceso en el que pudieron ser rescatados a salvo 90 de los menores.

Los familiares de los niños, de entre 11 y 15 años, prevén reunirse con las autoridades para determinar el número exacto de desaparecidos que según una estimación de la Cruz Roja rondaría el centenar.